El Mercedes Clase S W126 es considerado uno de los mejores Mercedes de todos los tiempos. Estuvo en producción en tres décadas diferentes – desde finales de los años 70 a principios de los años 90 – y muchas unidades aún se encuentran en estado de funcionamiento. En su momento era el Mercedes más caro, y por aquél entonces los Mercedes más caros eran realmente prohibitivos. Durante los ochenta, muchos preparadores y carroceros trataron de conquistar a los adinerados clientes del Mercedes Clase S mediante propuestas tan peculiares como la que os presentamos hoy.
Más allá de preparadores orientados a las altas prestaciones, como AMG o Carlsson, durante los ochenta hubo un enorme resurgir de carroceros. Estos carroceros – nombres como Zender, Sbarro o Carat Duchatelet – transformaban vehículos en aquello que desease el cliente: el dinero era barato y los nuevos ricos abundaban en países como Alemania, Japón o Estados Unidos. De ese delirio colectivo que fue el mundo del tuning en los años ochenta nacieron coches como el Mercedes 560 TEL Estate by Caro. El Clase S familiar que Mercedes nunca produjo.
Mercedes-Benz Mercedes Clase S
Caro es un carrocero de gran prestigio basado en Hamburgo. Incluso hoy en día sigue siendo conocido por la calidad de sus creaciones, cuyo acabado es casi indistinguible de un producto OEM, creado por el propio fabricante de coches. Para crear este Clase S familiar, Caro empleó el portón trasero de un Mercedes W124 familiar, así como sus ópticas. Sin embargo, sus mayores dimensiones les obligaron a crear ventanas a medida, así como crear una extensión del techo de la berlina. Las proporciones finales son absolutamente impecables.
El coche es realmente indistinguible de un producto OEM, si Mercedes se hubiera atrevido a fabricarlo. La base de este carrozado era una versión tope de gama del Mercedes Clase S, un 560 SEL equipado con un motor 5.6 V8 de 300 CV de potencia. La unidad de partida ya tenía no pocos elementos de equipamiento extra, en los que solo echo de menos el ordenador de a bordo «Reiserechner», un extra realmente cotizado. El coste de este vehículo, incluyendo la preparación, fue de 337.000 marcos alemanes en el año 1990.
Estamos hablando del equivalente a 172.000 euros en 1990. Si ajustamos ese importe a la inflación, nos encontramos con la tremenda cifra de 285.500 euros. Otro día os hablaremos de los Mercedes Clase S W140 – la generación siguiente a los W126 – familiares desarrollados de forma exclusiva por AMG durante los años 90, bajo pedido de exclusivos clientes asiáticos.