Aunque Mercedes no está malacostumbrando con versiones muy radicales de sus 4×4, véase los ejemplos del Mercedes Clase G 500 4×4², Clase G63 AMG 6×6 y el más reciente Clase E All-Terrain 4×4², parece que la llegada del Mercedes Clase X no traerá consigo ninguna preparación firmada por AMG. Aunque la nueva pick-up representa de una de las apuestas más ambiciosas de Mercedes a nivel global, la llegada de versiones extremas y de altas prestaciones para la Clase X están totalmente descartadas.
Durante la presentación oficial del Mercedes Clase X en Sudáfrica el jefe de vehículos comerciales de Mercedes, Volker Mornhinweg, ha confirmado a Carsguide la negativa de Mercedes al desarrollo de versiones AMG, por lo menos en sus variantes más puras donde se emplean motores V8 y una construcción y supervisión desarrollada por la filial en Affalterbach. La nueva Clase X, pese a adentrarse en un segmento de mucho potencial en mercados fuera de Europa, se mantendrá fiel a su filosofía como vehículo de corte profesional o lúdico.
La negativa de Mercedes a poner el sello AMG en la Clase X se antoja como un movimiento lógico si tenemos en cuenta que es la primera vez que Mercedes se adentra en este segmento, por lo menos con semejante magnitud en cuanto a mercados y cifras de producción. Mercedes se ha servido de su alianza con Renault-Nissan para dar sentido al lanzamiento del Clase X, pero aún así sus objetivos son muy claros en cuanto al público y el posicionamiento de esta pick-up.
Ya sabemos que el Mercedes Clase X sí contará con una mecánica V6, lo que sí que podría ser un primer paso para plantear una versión 43 AMG, que aunque no es ni mucho menos un verdadero AMG, sí que ofrece un nivel de prestaciones suficientemente interesante para hablar de una versión de corte deportivo. La negativa de Mercedes al desarrollo de una Clase X AMG se nos antoja temprana, ya que Mercedes no ha dudado en tachar a la Clase X de un experimento para penetrar en un mercado donde hasta ahora no tenían presencia. El éxito comercial de la Clase X y la posible demanda de versiones más potentes podría ser la llave a nuevas posibilidades, aunque la ausencia de mercados tan importantes en materia de pick-ups como EE.UU. es un claro ejemplo de que Mercedes ya tiene muy estudiada la gama y público de la Clase X.