No es la primera vez que vemos a un deportivo fuera de su hábitat natural. Famosas son, por ejemplo, las gymkhanas grabadas por Tax The Rich, donde hemos visto a un Ferrari F40 en una pista de esquí, o haciendo trompos entre granjas. En este caso es un Mercedes CLK GTR Roadster el que se atreve con una pequeña incursión a un tramo de rallys, e incluso a hacer algún que otro trompo, un ambiente que se nos antoja altamente inapropiado para un coche de estas características. ¿Pero qué es lo apropiado para un Mercedes CLK GTR Roadster?
El Mercedes CLK GTR es la consecuencia de los años de los maravillosos Sport Prototipo. Nació con un único objetivo, el de homologar un GT1 de carreras que exigía una tirada de al menos 25 coches de calle. Así nacería el Mercedes CLK GTR de calle, uno de los deportivos más espectaculares que hayamos visto en las últimas décadas, porque en definitiva era un prototipo de carreras homologado para la calle.
Dicho lo cual, podría entenderse que este coche se dejara caer por un circuito bien asfaltado, o incluso por los ambientes más selectos de ciudades como Mónaco.
Por desgracia, y por su exclusividad, el mero hecho de avistar un Mercedes CLK GTR ya es un acontecimiento. De vez en cuando se deja caer alguna unidad por las subastas de coches exclusivos que se celebran cada año, donde estos deportivos han llegado a superar los 2 millones de euros. Pensemos que del Mercedes CLK GTR Roadster solo se fabricaron 6 unidades. Esta sería la número 3 de esa tirada limitada a 6 unidades.
Dicho lo cual, el lugar habitual de los Mercedes CLK GTR que se fabricaron y aún se conservan no es otro que el garaje-museo de algún coleccionista.
Y ante ello, y aunque este trazado estrecho, rodeado de árboles, y digno de una prueba de rallys, no sea el más adecuado para un Mercedes CLK GTR Roadster, como mínimo nos deberíamos congratular de que su propietario se haya atrevido a sacar a pasear por este entorno a su máquina, ¿no crees?
Vía: Motor Authority