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Es el mejor 4x4 del planeta, un emperador imparable al que la electrificación casi logró mejorar

Hace apenas unas semanas pude ponerme al volante de uno de los 4×4 más especiales del momento. El Mercedes G 580 con tecnología EQ, en plata, el Mercedes Clase G eléctrico. El incombustible Clase G de Mercedes es uno de los mejores – si no el mejor – 4×4 del planeta, un emperador imparable al que la electrificación abre un mundo de posibilidades. La electrificación debería haberlo convertido en el todoterreno extremo perfecto, pero en algunos aspectos clave le ha hecho dar un claro paso atrás.

Vista lateral del Mercedes Clase G AMG 2018 en terreno rocoso.
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Silencioso, muy potente y con un par motor sensacional

A la hora de electrificar el Clase G, Mercedes optó por una vía muy poco convencional. Retuvo su chasis de largueros y travesaños, instaló en sus bajos una batería gigantesca de 116 kWh de capacidad, optó por montar un motor eléctrico por rueda. El G 580 eléctrico tiene cuatro motores eléctricos montados en los extremos de su chasis, con una potencia combinada de 587 CV y un par máximo de unos tremendos 1.164 Nm. Hacer 4×4 con un buen todoterreno eléctrico tiene ventajas claras sobre un todoterreno de combustión.

Que quede claro, es eléctrico, pero sigue siendo un Mercedes Clase G con todas las letras

Vista trasera y lateral de un Mercedes G 580 en color marrón arena con rueda de repuesto.Fotos del Mercedes Clase G eléctrico

El silencio es una de las grandes ventajas, permitiéndonos escuchar la interacción entre los neumáticos y el suelo, el sonido del viento en los árboles e incluso el canto de los pájaros. Es relajante. Pero la ventaja más palpable es tener una enorme cantidad de par motor disponible desde el momento en que rozamos el pedal derecho. El Clase G eléctrico tiene potencia suficiente para cualquier obstáculo off-road que nos propongamos superar, y además, su nivel de potencia está asistido por más herramientas, tanto físicas como electrónicas.

Adiós al triple bloqueo mecánico de diferenciales

Cada motor del Mercedes Clase G eléctrico cuenta con una reductora, una desmultiplicación física de 2 a 1 que le permite encarar los obstáculos más complejos que podamos imaginar. En nuestro circuito 4×4 es capaz de ascender una pendiente del 70% de inclinación sin titubear ni inmutarse, y en pleno silencio – mientras en su interior solo vemos el cielo a través del parabrisas. Para retener la misma articulación, Mercedes retiene la suspensión delantera independiente de otros Clase G e instala un eje trasero semi-rígido en el G eléctrico.

El Clase G eléctrico carece de diferenciales o un eje de transmisión. No los necesita

Vista de la robusta suspensión y transmisión del Mercedes Clase G 580 eléctrico

Este es un punto meritorio, pues hubiera sido más sencillo emplear un sistema de suspensión independiente – que hubiera penalizado su rendimiento todoterreno. Ahora bien, este G eléctrico carece de eje de transmisión o diferenciales, y por tanto, pierde la principal arma todoterreno que le vio nacer: el triple bloqueo mecánico de diferenciales. Un sistema que maximiza de forma proactiva la tracción disponible y que es superior a cualquier simulación electrónica. Y a una simulación electrónica es a lo que Mercedes ha tenido que recurrir.

Mediante un avanzadísimo control de tracción rueda a rueda el G eléctrico se acerca a la capacidad de tracción de un G térmico con bloqueo mecánico, pero no consigue igualarla. Es una simulación francamente buena de un triple bloqueo, pero es un sistema reactivo, y por tanto, imperfecto. Eso sí, el tener un motor eléctrico por rueda permite al coche girar sobre sí mismo (G-Turn) o girar en espacios mucho más reducidos (G-Steering), funciones con las que otros Clase G solo pueden soñar.

El peso del Clase G eléctrico se va hasta los 3.085 kilos en vacío. Unos 400 kg más

Un ángulo ventral propio de un SUV

Con todo, el problema más palpable del Mercedes Clase G eléctrico, y donde está claramente por debajo de un G de combustión, es en lo tocante a su ángulo ventral. Pasa de 26 grados a solo 20,3 grados, comparable al de un todocamino convencional o al de un 4×4 de batalla extra-larga como el Jeep Wrangler Rubicon 4xe.

Mercedes Clase G Combustión Eléctrico
Altura libre al suelo 241 mm 250 mm
Profundidad de vadeo 700 mm 850 mm
Ángulo de ataque 31º 32º
Ángulo de salida 30º 30,7º
Ángulo ventral 26º 20,3º
Pendientes laterales 35º 35º
La altura libre al suelo del G 580 con tecnología EQ aumenta en 9 mm hasta los 250 mm

A causa de la ubicación de la batería bajo el coche – y la enorme coraza de CFRP que la protege – el ángulo ventral se ve severamente penalizado. El resultado es un coche que «empanza» con mucha más facilidad, con un claro punto débil en conducción todoterreno. En las comparativas 4×4 a las que lo hemos sometido en el canal de Diariomotor queda claro que es el factor limitante del coche, y la única desventaja insalvable con respecto a otros Mercedes Clase G.

Avistamos el Mercedes Clase G 580 eléctrico, potencia y tradición ahora en clave sostenible.Fotos del Mercedes Clase G eléctrico

Vídeo destacado del Mercedes Clase G

Imagen para el vídeo destacado del Mercedes Clase G Botón de play

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Sergio Álvarez

Aunque es técnico en comercio internacional de formación, los coches han sido su pasión (incluso obsesión) desde que apenas levantaba un metro del suelo y sus padres le regalaron un Ferrari rojo a pedales. Su afición se ha profesionalizado en Diariomotor, donde está presente desde 2008. Seguir leyendo...

Firma de Sergio Álvarez
Vista lateral del Mercedes Clase G AMG 2018 en terreno rocoso.

El Mercedes Clase G es lo que parece: un gigantesco todoterreno puro, construido y diseñado desde cero para resultar 100% eficaz fuera del asfalto aunque, tras una profunda renovación, ahora también resulta apto para circular a altas velocidades en carretera sin que parezca que viajas en un fueraborda.

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