¿A quién no le encantaría sentirse el rey del desierto a bordo de un Mercedes G 63 AMG 6×6? Lo de rey es literal, ya que tendrías que ser el propietario de varios pozos de petróleo sólo para darle de beber. Sí, a todos nos gustaría tener un coche así, pero muy pocos nos lo podríamos permitir. En la Nihon Automotive Technology School (NATS) lo saben, y han decidido construir una versión apta para todos los públicos. Los estudiantes de la escuela han logrado llevar a buen puerto este proyecto por un coste inferior a los 9.000 euros. Lo que quizá no sabes es que hay un pequeño «pero» en todo esto.
Suzuki Jimny PRO
Si tienes buen ojo, habrás advertido algunos detalles que no encajan en la foto de portada. Como la forma de las puertas o el tamaño «desproporcionado» de los retrovisores. En efecto, no es un Mercedes, sino un Suzuki Jimny JA11 el que ha sido la base de esta peculiar preparación. Este proyecto ha sido el proyecto de fin de curso de 15 estudiantes de segundo año, parte del Customization Course. Su objetivo era construir un vehículo 6×6 más apto para las estrechas calles japonesas. Tras meses de trabajo, expusieron su trabajo en el Tokyo Auto Salon de 2017, todo un honor para estos estudiantes.
Para crear esta máquina, los estudiantes partieron de dos unidades de Suzuki Jimny, uno de los cuales ha servido como donante para el segundo eje trasero, instalado en un chasis de largueros profundamente modificado. Aunque no lo parezca, tanto calandra como ópticas son originales de Mercedes, y ha sido responsabilidad del equipo de estudiantes su integración en un coche mucho más estrecho. Han trabajado duramente con fibra de vidrio, creando paragolpes únicos, pasos de rueda personalizados o un nuevo capó. La caja de esta pick-up de tres ejes también ha sido creada ad-hoc para este proyecto estudiantil.
Han instalado una jaula antivuelco y han pintado la base de la caja imitando la madera que recubre la caja del gigantesco Mercedes. Las ópticas originales de un Mercedes Clase G aportan un detalle de calidad al proyecto, que retiene el motor original del Suzuki Jimny. Nada de un enorme V8 turboalimentado, más bien un tricilíndrico turbo de 660 centímetros cúbicos y poco más de 60 CV de potencia. Con todo, es un coche completamente funcional, con seis ruedas motrices, y estoy seguro de que es más que capaz fuera del asfalto. Los estudiantes que lo han creado deberían estar muy orgullosos.