Sobre el papel todo son ventajas. Mercedes-Benz quería combinar el bajo consumo en cualquier recorrido de un diésel, con la ventaja de un sistema híbrido enchufable que te permite recorrer 57 kilómetros en modo eléctrico, según homologación en ciclo NEDC, que asumimos en la práctica debería ser algo menos. Pero los retos que han de superarse para aplicar una tecnología como esta no son baladí. Los motores diésel, y especialmente los modernos, no están pensados para trayectos cortos, para encenderse y apagarse continuamente, que es lo que suele suceder en un híbrido cuya lógica de funcionamiento pasa por minimizar el tiempo en que el motor de combustión está encendido. Y es por eso que resulta interesante hablar de la regeneración de filtros de partículas del diésel híbrido de Mercedes-Benz, y algunos de sus secretos.
Mercedes-Benz Mercedes Clase C
La regeneración de filtros de partículas de los diésel
Una de las causas más comunes por las cuales un diésel moderno acaba en el taller es un problema en el filtro de partículas. Los filtros de partículas acumulan carbonilla, por suerte, para evitar que esas partículas se liberen a la atmósfera y generen graves problemas de salud. La eliminación de esas partículas se lleva a cabo mediante su incineración, para lo cual es necesario aumentar la carga del motor, y que la temperatura de los gases se incremente significativamente para que el filtro se limpie, se regenere. Esta situación generalmente no se suele dar en los trayectos cortos urbanos y es por eso que los fabricantes también incorporan una regeneración forzada, que eleva momentáneamente la carga del motor para conseguir el objetivo.
Ahora podemos ir entendiendo por qué un motor diésel moderno, en el conjunto de un sistema híbrido, plantea muchos problemas. Un motor que estará continuamente encendiéndose y apagándose, en lapsos cortos de tiempo, y a baja carga. Y la razón por la cual fabricantes como Peugeot y Citroën, que inicialmente apostaron por esta tecnología, acabaron abandonándola.
Cómo regenera sus filtros el diésel híbrido de Mercedes
Según nos cuenta Mercedes-Benz, han diseñado una lógica de regeneración para sus filtros de partículas que realiza pequeñas regeneraciones. Cada vez que se inicia este proceso, las partículas atrapadas por el filtro se incineran parcialmente. Y el proceso se repite con mayor frecuencia que en las regeneraciones que habitualmente vemos en otros diésel modernos.
Para conseguir esas regeneraciones el motor, aún así, sigue requiriendo trabajar a una carga alta, lo cual no va a ser lo habitual en un coche con la asistencia eléctrica de un sistema híbrido. De ahí que para optimizar el proceso, Mercedes-Benz aproveche esa necesidad de conectar el motor de combustión, y mantenerlo a una carga constante y media o alta, para que el coche se mueva gracias a la acción del motor diésel, y el motor eléctrico aproveche el excedente de energía cinética generada invirtiendo su funcionamiento, y trabajando como un alternador que recargue las baterías.
Aunque pueda parecer una solución obvia, hemos de tener en cuenta que la lógica de funcionamiento del sistema de regeneración es un elemento crítico para un coche como este. De su correcto funcionamiento, de estar bien calibrado y optimizado para trabajar en todo tipo de condiciones, dependerá la fiabilidad del híbrido diésel de Mercedes, y que sus coches sigan funcionando correctamente por cientos de miles de kilómetros, y eviten muchas visitas al taller, como las que por desgracia muchos sufrieron con sus diésel modernos.
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