Antes de nacer coches absurdamente rápidos como el McLaren F1 o el Bugatti Veyron, existió un curioso y raro superdeportivo bautizado como Lotec C1000 que se atrevió a alcanzar los 431 Km/h. Este espécimen fabricado de forma artesanal y con un solo ejemplar producido, fue la materialización de un capricho multimillonario, haciendo uso de un motor Mercedes-Benz de 1.000 CV y pudiendo ahora formar parte de tu garaje si estás dispuestos a pagar el precio de conducir tan exclusivo coche de carreras matriculable
Era 1995 cuando de forma inesperada se presentaba el Lotec C1000. Esta firma alemana especiliazada en la fabricación de chasis y carrocerías para competición, ya había demostrado su capacidad para crear coches superdeportivos a medida, sin embargo el caso del Lotec C1000 era mucho más especial, pues el objetivo de este proyecto era dar vida al coche más potente y rápido jamás fabricado como coche de calle.
Y así fue. Este comisionado partía del deseo de un jeque árabe que no tuvo problemas en pagar los 3,4 millones de dólares que Lotec le pidió por fabricar el C1000 acorde a sus exigencias. No era fácil cumplir con las prestaciones que exigía este proyecto, pero Lotec ya tenía bastante experiencia a la hora de llevar al límite sus coches y el C1000 era una gran desafío, pero no un coche imposible. Debemos recordar que en su haber ya existían máquinas sumamente rápidas como los Lotec C302 o Lotec C190.
Siendo desarrollado de forma específica y construyendo cada componente a mano, el Lotec C1000 nacía a partir de un chasis fabricado en fibra de carbono que a su vez estaba envuelto por una carrocería realizada también en el mismo material. De hecho otros muchos componentes del C1000 como es la transmisión, también emplearon fibra de carbono en pos de rebajar al máximo el peso. El resultado fue un coche capaz de conseguir un peso de apenas 1.080 Kg.
Para propulsarlo, Lotec recurrió a un motor con bastante pedigrí por aquel entonces, el 5.6 V8 M117 fabricado por Mercedes-Benz. Este motor de 8 cilindros fue revisado para estrenar, entre otras modificaciones, una pareja de turbocompresores Garrett que permitiese elevar la potencia máxima hasta los 1.000 CV. Para gestionar semejante caballería, Lotec instaló un cambio manual Hewland de 5 relaciones conectado al eje posterior, consiguiendo hacer realidad una máquina capaz de hacer el 0-100 Km/h en 3,2 segundos, el 0-200 Km/h en 8 segundos y alcanzar los 341 Km/h.
Y ahora este único Lotec C1000 puede ser tuyo. Tras cambiar de manos en al menos un par de ocasiones previamente, ahora acaba de aparecer listado en el concesionario norteamericano Curated sin precio de referencia. Su valor a lo largo de los años se ha reducido de forma sensible con respecto a los 3,4 millones de dólares iniciales, pues no es fácil valorar, y menos aún pagar, el precio de un coche tan sumamente raro y especial como este.