Nos obcecamos pensando que la mayor víctima de los coches eléctricos son los motores de combustión de a pie, pero lo cierto es que no; la mayor víctima ha sido, sin lugar a dudas, los coches «políticamente incorrectos» y raros. Gran ejemplo de ello es el Mercedes-AMG R 63, un monovolumen de hasta 6 plazas del que tan solo se produjeron 200 unidades y que su V8 de 510 CV era el mismo que utilizó el legendario Mercedes-AMG SLS.
Con 510 CV y hasta 6 plazas es el lobo con piel de cordero por excelencia
Y aunque bien es cierto que el Clase R nunca gozó de un gran éxito, la firma de la estrella se atrevió a llevar a cabo una versión deportiva. Esa mala estrategia económica derivó en el que a día de hoy es no solo uno de los AMG más raros y exclusivos de la historia, sino también en un auténtico fetiche con ruedas para los que tienen gustos peculiares como es mi caso.
Esto se debe a que el R más radical cuenta con todos los ingredientes que exige un producto con apellido AMG pero maridados con las lindezas -al menos bajo mi parecer- de un monovolumen premium. Esto provocó la gestación de un coche sumamente rápido -incluso para los estándares actuales- y sumamente cómodo y práctico.
Galería del Mercedes-AMG R 63
A fin de cuentas, el Mercedes-AMG R 63 sigue siendo un monovolumen de 6 plazas, con 314 litros de maletero con las tres filas de asientos y con todos los lujos que se destilaban por allá en 2006. Pero el punto álgido del monovolumen teutón reside en su esquema mecánico, el cual está protagonizado por un colosal V8 de 6.2 litros atmosférico que desarrolla 510 CV y 630 Nm de par.
- El Mercedes-AMG R 63 es uno de los más exclusivos de la historia con tan solo 200 unidades producidas.
- Cuenta con 6 plazas y un maletero de 314 litros con las tres filas de asientos.
- Tiene un V8 de 6.2 litros atmosférico que produce 510 CV y 630 Nm de par.
Comparte motor con el legendario SLS
Gracias a este motor, el R 63 consigue cubrir el 0 a 100 en 5,1 segundos y alcanza una punta de 250 km/h, prestaciones muy respetables si tenemos en cuenta que declara sobre la báscula 2.375 kilos. Pero más impresionante resulta el hecho de que los ingenieros de AMG decidieron usar ese mismo motor en uno de los superdeportivos más míticos y legendarios del siglo XXI: el SLS.
Estamos hablando del sucesor del idolatrado 300 SL, conocido popularmente como alas de gaviota y que, con suma maestría, consiguió traer a nuestros tiempos la esencia de su antepasado. Claro está que la firma de la estrella mejoró las prestaciones del V8 para el SLS, modelo en el que produce 571 CV y 650 Nm de par, logrando así -gracias también a los 1.695 kilos que pesa este- un 0 a 100 en 3,8 segundos y una velocidad máxima de 317 km/h.
Y aunque bien es cierto que se produjeron más unidades del SLS que del R 63, el primero es cuantiosamente más caro en el mercado de ocasión. Concretamente, podemos encontrar unidades por entre los 180.000 y 250.000 unidades -algo menos si es un SLS cabrio-, y cerca del millón de euros si se trata de un Black Series. El Mercedes-AMG R 63, por su parte, cuesta alrededor de 40.000 euros si uno es capaz de encontrar una unidad a la venta y, aunque sea una cifra más fácil de asumir, quién sabe si en un futuro se duplicará o triplicará.
- Ese mismo V8 se utilizó en el SLS, modelo en el que se elevó la potencia hasta los 571 CV.
- El SLS no tuvo una producción tan baja, pero es mucho más caro de segunda mano.
- Si uno es capaz de encontrar un R 63 a la venta, es probable que pidan por este cerca de 40.000 euros.
Galería del Mercedes-AMG R 63
