Si eres un verdadero aficionado al mundo del motor como nosotros, imágenes como las que preside el artículo te romperán el corazón. Se trata de un espectacular Mercedes SLR McLaren, abandonado a la intemperie desde hace 6 años, cuando fuera confiscado por las autoridades checas. 6 años, y al menos siete inviernos son los que el superdeportivo alemán ha pasado a la intemperie. ¿Hace falta recordar lo gélidos que pueden ser los inviernos en la República Checa? El Mercedes SLR McLaren era en su momento el rival de los Ferrari Enzo y Porsche Carrera GT, hace una década aproximadamente.
No sabemos qué acto ilegal cometió su antiguo dueño, pero lo que está claro es que el coche fue confiscado como castigo y/o medio de pago por sus delitos. ¿Era un traficante de drogas? ¿Evadía impuestos? Es irrelevante en estos momentos. Lo que es relevante es la ignorancia de las autoridades checas, que lo han abandonado a su suerte en una campa al aire libre, junto a otros coches abandonados o confiscados. En el fondo se puede ver un Audi A8, un BMW X6… todos en estados similares, junto a otros coches mucho más normales. ¿Por qué la policía no lo ha subastado ya? ¿Por qué no se han molestado en protegerlo mínimamente?
El procedimiento habitual tras la confiscación de un coche suele ser largo y tedioso. Imaginad la maraña de recursos legales y procesos jurídicos que llevan a la reposesión final – traspaso de propiedad, hablando en plata – de un vehículo por parte de la policía. Es un proceso que puede demorar años. En cualquier caso, el objetivo es la subasta pública del coche, con los beneficios destinados a favor del erario público. Hoy por hoy, un Mercedes SLR McLaren como este puede cotizarse en un cuarto de millón de euros. En el estado en que se encuentra esta unidad, dudo que puedan sacar más de 100.000 euros de su eventual venta.
6 años a la intemperie no son buenos para ningún coche, y menos para un superdeportivo exótico. Habrá que cambiar todos sus fluidos y manguitos, reemplazar el depósito de combustible y posiblemente repintarlo al completo. La humedad de la campa ha provocado el crecimiento de musgos en su parte trasera, y estoy seguro que hay más de un nido de roedores en sus entrañas. Es un verdadero despropósito. El problema es que la protección de un coche así requerirá el voluntariado de empleados, que posiblemente serán denostados por sus superiores por querer hacer bien su trabajo y proteger el exótico superdeportivo adecuadamente.
Mientras tanto, el coche seguirá soportando heladas, olas de frío, olas de calor y lluvias torrenciales, soñando con una carretera abierta en la que dar rienda suelta a los 626 CV de su motor 5.4 V8 Kompressor.
Fuente: autoevolution
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