Los Mercedes Unimog llevan ya 70 años entre nosotros, y son considerados los camiones todoterreno más capaces jamás creados. Pensad en un Mercedes Clase G, elevado a la enésima potencia y capaz de hacer el trabajo más duro que imagines. No sorprende que hayan sido los vehículos elegidos por Chile para instalar unas antenas de radio en el volcán Ojos del Salado, a altitudes de hasta 6.100 metros de altura. Ya que estaban a una altura tan elevada, Mercedes aprovechó para batir el récord mundial de altura para un vehículo autopropulsado. La altura que estos Unimog alcanzaron fue de 6.694 metros.
¿Por qué es tan difícil circular a tanta altitud?
El principal reto es la escasez de oxígeno en el aire. Es el mismo motivo por el que los montañeros que ascienden las montañas más altas del planeta necesitan bombonas de oxígeno. Un motor de combustión interna de pistones – los motores a reacción son otra historia – necesita la presencia de oxígeno para poder quemar el combustible inyectado. Cuando el aire que entra al motor tiene muy poco oxígeno la mezcla es cada vez más rica, se pierde potencia y se puede produce la dañina autodetonación del combustible. En el día a día no percibimos este problema en nuestros vehículos.
Normalmente un vehículo no suele circular a altitudes superiores a los 2.000 o 2.500 metros sobre el nivel del mar, y aunque a dicha altitud perdemos potencia, el motor ajusta en tiempo real los parámetros de inyección para funcionar correctamente. En carreras como Pikes Peak, los coches pueden perder hasta un 50% de su potencia cuando llegan a la meta, situada por encima de los 4.000 metros de altura. Es por ello que en estos últimos años se ha popularizado tanto en este mítico ascenso el uso de coches eléctricos, que no pierden potencia al no requerir aire en su combustión.
Como podéis imaginar, alcanzar una altitud de 6.694 metros no está al alcance de todos los vehículos. No solo a nivel técnico, si no porque a esa altitud no existen carreteras. Ni siquiera existen caminos. Mercedes-Benz Special Trucks preparó dos Unimog U 5023 – su motor tiene 231 CV, pero desarrolla 900 Nm de par motor a 1.400 rpm – especialmente para la titánica tarea que tenían por delante. Les instaló unos neumáticos todoterreno de dimensiones gigantescas, y cadenas en el eje trasero de los camiones. Además, se les montaron unos cabestrantes de altísimo calibre y un carrozado especial con un centro de gravedad variables.
El resultado es que los dos camiones ascendieron a una altitud de 6.694 metros, nunca antes alcanzada por un vehículo. Han superado el récord batido en una expedición similar por un Mercedes Zetros en 2014. Además de batir récords de altitud, los Unimog también son una excelente base para un vehículo camper, como es el caso de los EarthCruiser.