He de reconocerlo. Pocas situaciones me resultan tan gratificantes como la de encontrarme un coche antiguo perfectamente conservado, como si hubiera salido recientemente del concesionario. Y en un momento en el que las redes sociales nos han llevado a que las historias más sombrías gocen de la mayor repercusión, de experiencias negativas en la compra de coches nuevos, o costosas averías y defectos de fábrica, me emociona aún más encontrarme con historias felices, como la de un clásico que ha recorrido cientos de miles, o incluso millones, de kilómetros.
Un taxi Mercedes que ha recorrido 7 millones de kilómetros
He aquí una historia feliz. La de un Mercedes-Benz W123 que nos recuerda, por si alguien tenía alguna duda, que probablemente estemos ante el coche más duro jamás fabricado, como recuerda mi colega Iván Vicario, que ha seguido la pista de este coche para la revista La Escudería. Y que todo lo que se dice al respecto de la fiabilidad y la durabilidad del W123 no responde a clichés, ni a mitos, y es una realidad incontestable.
Un taxi Mercedes-Benz W123 que, habiendo recorrido ya más de 7.000.000 de kilómetros, sigue trabajando como taxi a tres turnos, las 24 horas del día, en la isla de Gran Canaria.
Éste es el Mercedes-Benz W123 taxi que ha recorrido más de 7 millones de kilómetros desde año 1988, todos ellos en Gran Canaria. 😱https://t.co/EGz8964sBr pic.twitter.com/G7GkZdQHvK
— La Escudería (@laescuderiamk2) November 3, 2023
La durabilidad del W123 no es un mito
Las cifras de este taxi Mercedes son tan espectaculares que, sencillamente, son difíciles de creer. Lo cual da aún más valor al testimonio recogido sobre este W123 240D Limousina, con su característica carrocería alargada de 7 plazas, y con un diésel de cuatro cilindros y 71 CV de potencia, que desde 1986 ha estado en servicio hasta recorrer 7.000.000 de kilómetros, 175 vueltas a la Tierra, y unos 700 kilómetros diarios. Un taxi clásico que muchos canariones aún siguen viendo casi a diario transportando pasajeros, sobre todo por el sur de la isla, en el área de Maspalomas y que desde el fallecimiento en 2008 de Domingo, su propietario, sigue manteniendo en servicio su hijo Francisco.
En todos estos años, es importante contar que este coche ha recibido una operación de sustitución del motor, cuando llegó a los 3,7 millones de kilómetros, en el que uno de sus conductores desmontó por completo el coche para restaurarlo. Lo cual no resta méritos, ni mucho menos, a su longevidad y durabilidad, que superaría al propio Volvo P1800 de Irv Gordon.
Os recomendamos leer la historia original en La Escudería, que no os perdáis la guía del Mercedes W123 que preparó mi compañero Sergio hace unas semanas y que disfrutéis también de la inmensa galería del W123 que encontraréis a continuación: