¿Qué les pasa a estos muelles? Pertenecen un emblemático Mercedes-Benz W124. Un coche nacido en una época donde la ingeniería automotriz no conocía límite. Los de Mercedes le quisieron poner su novedoso sistema de tracción total llamado 4MATIC al W124, pero eso les supuso algún que otro problema, como los muelles.
La mejor berlina adaptándose a la mejor tecnología 4×4
Mercedes lo petó con el Clase E W124. Este notable éxito les llevó a presentar gamas de carrocería familiar y también a sistemas que mejorasen aún más las capacidades de esta berlina.
Mercedes-Benz Mercedes Clase E
El sistema 4MATIC apareció para aumentar la tracción y la estabilidad del vehículo en diferentes escenarios de manejo y terreno. Decidieron meter este elemento al W124 y eso significaba añadir nuevos componentes mecánicos. Recordemos lo que siempre se ha dicho: Mientras más «cosas» tenga un coche, más complejo y más probabilidades de problemas. Bien, los problemas llamaron a la puerta de Mercedes.
El sistema 4MATIC y el desafío técnico
Este sistema significó añadir un diferencial delantero a un coche que, inicialmente, se pensó para transmitir el movimiento del motor solo al eje trasero. Los palieres debían salir de este diferencial, hacia las ruedas delanteras, pero en su camino se encontraba una una parte esencial del sistema de suspensión: El muelle.
En lugar de reformar el sistema de suspensión y hacer todo más compacto, como sucedía en el BMW E30 iX donde también metieron tracción integral, tiraron por la vía sencilla.
Cambiaron la configuración del helicoidal, que quedaba «estirado». En las fotos puedes distinguir perfectamente cómo queda conformado por una base, la zona que se estira para hacer el hueco por el que pasa el palier y el resto de espirales que quedan más arriba.
La controversia
Por un lado, el diseño de unos muelles más alargados permitía, en teoría, un recorrido del resorte más largo que aumentaba la distancia al suelo. Eso se debía traducir en una conducción más cómoda, al tiempo que se mantenía la rigidez necesaria para el peso y potencia adicionales de este sistema de tracción.
Pero este elemento no gustó a todos. ¿Por qué? Porque era complicado encontrar resortes de repuesto. Este muelle solo lo tenía mercedes y no era compatible con el modelo sin 4MATIC. Era tan complejo, que nadie se molestó en replicarlo. Eso significó una ventaja para Mercedes a la hora de cobrar reparaciones.
A pesar de todo, este sistema consiguió dar un gran resultado. La mayoría de sus usuarios se encontraron satisfechos y, como mínimo, tenían un buen tema del que hablar con el mecánico.