Primera hora de la mañana, primer vuelo del día. Un avión hasta París nos aguarda en Barajas desde donde más tarde daremos el salto hasta Clermont Ferrand, en el centro del país vecino. ¿Para qué? Michelin nos ha citado para lo que han bautizado como Long Lasting Performance y si creías que tras este nombre se esconde un test más donde sólo van a salir a relucir las bondades de la marca te equivocas, tras esta jornada en Francia se esconde un discurso que nunca habíamos escuchado por parte de una firma de neumáticos y es que en Michelin quieren que apures la vida de tus neumáticos hasta el mínimo legal. Sí, has leído bien.
Viajamos con Michelin hasta Clermont Ferrand, donde se encuentra su sede, para ver las diferencias entre un neumático «low cost» nuevo y uno de gama media usado
Gris nos recibe Clermont Ferrand. Agotados por el ir y venir y ya con la noche casi encima somos recibidos por todo el equipo de Michelin en una cena que salda en el estadio Marcel-Michelin, de donde salimos con una temprana hora de encuentro para la jornada de pruebas que se avecina, en las instalaciones que la marca tiene a unos pocos kilómetros de donde dormimos, en Ladoux, un centro de investigación y desarrollo de 67.000 metros cuadrados donde se encuentra «La calle de la innovación», con una longitud de 320 metros y donde nacen conceptos y productos que articularán la marca en los años venideros.
Unas cuidadas instalaciones nuevas, un neumático gigante… y definiendo el horizonte de las instalaciones un enorme campo de pruebas, de 380 hectáreas, donde vamos a pasar la mañana. Al fondo se ve una unidad camuflada rondando y enseguida nos advierten: “nada de fotos mientras vais de una zona a otra, hay marcas testando neumáticos de coches que todavía no se han presentado”.
Las pruebas se llevan a cabo en el centro de investigación y desarrollo de Ladoux, donde trabajan 3.300 empleados y donde se desarrolla el 70% de los neumáticos de la marca:
Imagino que a estas alturas estarás dándole vueltas a esa idea inicial a ese hecho de que Michelin quiere que apuremos nuestros neumáticos con el que introducíamos estas líneas. Este concepto se entiende a la perfección con la primera prueba que han dispuesto en esta jornada, una prueba que transcurre en un óvalo en mitad de un verde prado, húmedo, empapado, con una suave lluvia que no cesa y que pone a nuestra disposición dos Volkswagen Golf, uno equipado con neumáticos nuevos de una marca “low cost” y otro con unos neumáticos de gama media gastados.
El flanco de ambas cubiertas se encuentra tapado para que no veamos el neumático que estamos testando en una prueba de agarre lateral que nos invita a descubrir como aún estando totalmente nuevo el neumático de gama baja pierde la tracción a una velocidad semejante e incluso inferior a la del neumático de gama media (no hablamos de un neumático premium) muy gastado.
Frente a las campañas que incentivan el cambio de neumáticos con una profundidad de 3mm Michelin apuesta por hacerlo en el límite legal, cuando quede 1.6mm
Tras esta prueba se suceden test de frenado, se nos habla de consumos… y efectivamente, el neumático de gama media gastado sale realmente bien parado frente a los neumáticos “low cost” en todos los registros haciendo evidente que es preferible apurar un neumático bueno que recurrir a un neumático de gama baja y acortar los intervalos de cambio como también se hace evidente el hecho de lo idea sería encontrarnos con un etiquetado de neumáticos donde también se contemple su respuesta una ves han sido usados, ayudándonos así no sólo a escoger el mejor neumático cuando este está nuevo, sino también cuando se está acercando el fin de su vida.
Por supuesto debemos considerar otro hecho derivado de esta práctica, de recurrir a un buen neumático que cuando llegue a la profundidad de dibujo mínima por ley, de 1.6mm, siga respondiendo correctamente y es el impacto medioambiental derivado de esto, el aprovechamiento de las materias primas derivado del buen uso de un consumible.
Es, sin duda, un mensaje curioso y polémico, si todos los conductores europeos cambiaramos de neumáticos con 3mm de dibujo se venderían 128 millones de ruedas más al año
Más allá de nuestra experiencia en el trazado de pruebas de Michelin, más allá de los datos que nos da la propia marca de neumáticos entre workshop y workshop, donde, por cierto, nos encontramos con el nuevo BMW M5, la firma ha recurrido a Ernst & Young para certificar que no hay una ventaja en términos de accidentalidad derivada de sustituir los neumáticos con una profundidad de dibujo de 3mm en lugar de a los 1.6 mm que dicta la ley y en términos de eficiencia energética si que hay una diferencia muy grande entre ambos puntos.
Si todos los conductores europeos nos deshiciéramos de nuestros neumáticos con 3mm de profundidad de dibujo el parque de automóviles del viejo continente necesitaría 128 millones de neumáticos más al año lo que se traduciría en 9 millones de toneladas de CO2 adicionales y un gasto innecesario de 6.000 millones de euros.
Un consumo responsable de las materias primas, eficiencia energética, un nuevo etiquetado de neumáticos que contemple su comportamiento desgastados y que se vendan menos neumáticos, pero que sean buenos:
Si tenemos en cuenta que el estudio de un organismo independiente como Ernst & Young dictamina que un cambio temprano de neuumáticos conllevaría la venta de 128 millones de neumáticos nuevos al año… ¿por qué quiere Michelin que alarguemos la vida de nuestro neumático y por consiguiente vender así menos neumáticos?
La respuesta la tenemos en el buen aprovechamiento de las materias primas, en el ahorro energético derivado de la producción y el reciclaje de los neumáticos, en promover un nuevo etiquetado de neumáticos que contemple sus capacidades una vez se ha usado y claro, en que Michelin busca que apostemos por neumáticos de gama media y premium pero largando su vida hasta ese límite legal en lugar de cambiar los neumáticos con más dibujo pero apostando por neumáticos más baratos de gama baja.