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Corredores callejeros: ¿Cómo terminó el Mid Night Club?

Es medianoche en la autopista Shuto, 70 kilómetros de asfalto con 3 o 4 carriles en cada sentido son iluminados por la luz anaranjada de las farolas a lo largo de toda la bahía de Tokio. El silencio se rompe. Puedes oírlos antes de verlos. Una docena de coches altamente modificados hace temblar el lugar a 300km/h.

¿Qué es el Mid Night Club?

El Mid Night Club fue una banda de corredores que frecuentaban las autopistas de la región de Kanto, especialmente la red de autopistas del área metropolitana de Tokio. El origen de la banda se remonta a principios de los 80 y entrar en ella no era tan sencillo como otros clubs de corredores. Había una organización jerárquica y uno de los requisitos para entrar era que, el coche del “hasiriya” (corredor ilegal en japonés), debía ser capaz de superar los 250km/h.

La velocidad en carrera del grupo era de alrededor de 300km/h, por lo que un coche poco preparado no tendría sentido en sus filas. Tras ser aceptado, el hasiriya era nombrado aprendiz y tenía la obligación de personarse en todos los eventos organizados por el club durante su primer año, o sería expulsado de inmediato. Solo un 10% de ellos terminaban siendo miembros de pleno derecho.

La velocidad en carrera del grupo era de alrededor de 300km/h, por lo que un coche poco preparado no tendría sentido en sus filas

Un dolor de cabeza para la policía de tráfico de Japón

Los miembros de pleno derecho debían llevar la pegatina de la banda en los paragolpes y parasol del coche. Si alguien no perteneciente a la banda, o todavía aprendiz ponía estas pegatinas, destrozaban su coche. A veces, incluso lo quemaban. Un método disuasorio para los imitadores que era efectivo como pocos.

En su punto álgido, la banda tuvo 30 miembros. Se organizaban mediante anuncios codificados en la sección de contactos de un periódico diario de Osaka. De este modo, la policía nunca pudo dar con sus puntos de reunión. Las gasolineras de Yokohama a media noche, como indica el nombre del club, eran el lugar de quedada. Después competían por la red de autopistas de la bahía de Tokio y terminaban en otra gasolinera, comentando lo que acababan de vivir.

La policía no podía alcanzarlos. Para acercarse a esos monstruos de entre 400cv y 700cv, adquirieron coches especiales para la persecución, como el Nissan Z32 y Skyline R32. Sin embargo, sólo atraparon aprendices. La buena organización logística de la banda y la cobertura de los numerosos túneles con bifurcaciones en la autopista Shuto libró siempre del arresto a todos los miembros de pleno derecho.

Si alguien no perteneciente a la banda ponía las pegatinas «Mid Night» en su coche, la banda lo quemaba para disuadir a los demás imitadores

Los coches del Mid Night Club

Mazda RX-7 FC y FD, Toyota Supra y alguna rareza en forma de superdeportivo italiano llevaron las pegatinas “Mid Night” en el parabrisas. Sin embargo, tres marcas de coches parecían los favoritos de la banda. Del tercero al primero, el Porsche 930 y 964 (versiones turbo, claro está). Después los Nissan Skyline R31 y R32. Pero, sobre todo, abundaban los Nissan Z. Desde el modelo original, hasta el Z32.

Las carreras de estos chicos, como habrás supuesto, se basaban en la velocidad. Dos coches se ponían en paralelo a unos 120km/h. Un tercer coche tocaba el claxon y los corredores pisaban a fondo hasta desdibujarse en el color anaranjado de las farolas. La batalla terminaba cuando uno de los coches se despegaba y después, como buenos amigos, comentaban los detalles de la misma en cualquier área de descanso.

Por supuesto, ser el más fuerte hace que todos vayan a por ti. Por lo que eran desafiados a menudo por otros clubs. Cada banda elegía un representante y se echaban a competir al mejor de tres por el honor de sus compañeros. Solo perdieron una vez contra un tipo llamado Hiro, que conducía un 300ZX equipado con un motor prototipo desarrollado por Nissan, cuando quiso lograr un récord de velocidad en las Salinas de Estados Unidos. Un bicho de 800cv que permitió al tal Hiro ser el único miembro de pleno derecho sin pasar el año de novato. Una locura, ¿verdad?

A menudo eran desafiados por otros clubs. Solo perdieron una vez ante un tal Hiro, que fue el primer y único nombrado miembro de pleno derecho sin pasar el año de novato

Una muerte y el final del Mid Night Club

Si algo caracterizaba a este club de caballeros de media noche, eran sus normas. Más que ellas, su aplicación a rajatabla. Por ejemplo, los miembros serían expulsados si mostraban una actitud temeraria (a parte de lo que ya hacían), o provocaban algún accidente. Otra más destacada era el no poder averiguar nada de otro miembro. Ni su profesión, ni dónde vive, ni su apellido. Solo su nombre. Esto habla de lo que verdaderamente significaban sus reuniones clandestinas: Pasión por la velocidad y los coches.

Serían sus propias normas las que llevarían a su fin al Mid Night Club justo antes del cambio de milenio, en 1999, cuando unos pandilleros esperaron tras una de sus reuniones para retarlos. Se trataba de Bosozoku, como se llaman allí a las bandas de moteros de esta índole. El alcohol hizo que uno de los pandilleros chocase contra un coche, muriendo en el acto.

Este accidente activó una de las reglas primordiales: “Si alguien muere, el club se disolverá inmediatamente y para siempre”. Así lo hicieron, desaparecieron dejando una estela de imitadores que jamás estuvo a su altura, conservando el anonimato (salvo alguna excepción como Smokey Nagata), dejando una huella en la historia del mundo del motor y, a un servidor, preguntándose si realmente perdieron todos el contacto.

Este accidente activó una de las reglas primordiales: “Si alguien muere, el club se disolverá inmediatamente y para siempre”

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Martín Jemes

Amante del mundo del motor y cinéfilo, nada le gusta más que contar una gran historia. Seguir leyendo...

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