La marca MINI acaba de anunciar la renovación de las versiones más deportivas de los MINI Countryman y MINI Clubman, sus modelos menos «MINI» – al menos en lo que a tamaño exterior respecta. La gran novedad de estos MINI Countryman John Cooper Works y MINI Clubman John Cooper Works es la incorporación de un nuevo motor turbo de cuatro cilindros. El mismo motor 2.0 turbo de 306 CV que podemos encontrar en los BMW X2 M35i, y que elevan las prestaciones del crossover y el compacto británico hasta niveles nunca antes vistos. No muchos coches compactos de corte deportivo ganan 75 CV con una actualización mecánica.
¿Cómo han cambiado los MINI Clubman y Countryman John Cooper Works 2019?
Este propulsor 2.0 TwinPower Turbo es una máquina de alto rendimiento. Además de sus 306 CV de potencia, desarrolla un par motor de nada menos que 450 Nm, constantes entre las 1.750 rpm y 4.500 rpm. Este propulsor tiene sus componentes internos altamente reforzados y un sistema inteligente de refrigeración capaz de soportar los esfuerzos a los que un circuito los somete. El turbo sopla a mayor presión – y está integrado en el propio colector de escape – que en los 2.0 TwinPower Turbo de 231 CV existentes en estos John Cooper Works anteriormente. La rampa de inyección tiene una presión de 350 bar y cuenta con control variable tanto de válvulas como de árboles de levas.
Este motor está asociado en ambos coches a una caja de cambios Steptronic de ocho relaciones, una compacta caja de cambios automática de convertidor de par y origen ZF. No existe opción a cambio manual, desgraciadamente. Además, pasa su potencia a las cuatro ruedas a través de un sistema de tracción total inteligente ALL4 con reparto variable de par motor. Este sistema de tracción total ha sido rediseñado al completo, y aunque en condiciones normales pasa su potencia al tren delantero, mediante un acoplamiento electrohidráulico es capaz de transmitir potencia al tren trasero en cuestión de milisegundos.
El resultado es una aceleración hasta los 100 km/h de 4,9 segundos para el MINI Clubman John Cooper Works y 5,1 segundos para el MINI Countryman John Cooper Works. Ambos coches reciben un sistema de escape deportivo específico, con colas de escape de hasta 95 mm de diámetro en el Clubman – sí, casi 10 centímetros. Además, para garantizar una máxima eficacia en conducción deportiva, sus discos de freno alcanzan los 360 mm de diámetro en el tren delantero. De serie montan suspensión deportiva, y opcionalmente pueden equipar una suspensión adaptativa con dureza regulable, más versátil para el día a día.
Para mejorar el paso por curva, de serie equipan un diferencial autoblocante delantero, con un efecto de bloqueo de hasta el 39%. Además, estos dos compactos deportivos – con diferentes carrocerías – están 10 mm más cerca del suelo y tanto sus chasis como subchasis han sido reforzados en pos de una mayor rigidez torsional. A nivel estético no hay grandes novedades, pues incorporan el diseño John Cooper Works a los recientes lavados de cara de MINI Countryman y MINI Clubman. Me gusta la posibilidad de pintar el techo del coche de color rojo, así como unos paragolpes algo más agresivos que antes.