“Oye Mario, ¿te apuntas a correr el CER?”, “¿Co….cómo, el Campeonato de España de Resistencia? ¡Claro! ¡Cuenta conmigo! Pero… ¿cuándo? ¿Con qué coche? ¿Cómo? y oye, importante… ¿sabes… sabes que nunca he corrido una carrera no?” Así, tras una breve llamada de teléfono, empezaba, hace unas semanas, mi primera experiencia en competición, al volante de un MINI y corriendo en el Jarama. Un sueño infantil cumplido. Una de esas experiencias que marcan, que se te graban a fuego. El Jarama, un coche de carreras, un MINI y yo enfundado en un mono, hans, botines, ropa ignífuga y un casco. Una de esas oportunidades que afortunadamente te da esta profesión. ¿Qué cómo ha sido eso de correr con uno de los MINI de carreras de Lurauto en el CER, en el Jarama? Hora de descubrirlo.
Piloto por un fin de semana al volante de un MINI de carreras
Tras la llamada de Hector, al que muchos habréis leído en Motorpasión, mi preocupación principal pasó a ser la de… ¿de dónde demonios saco una equipación homologada? ¿Qué tengo que hacer para federarme?
A la primera cuestión pudieron darle respuesta dos buenos amigos. No iba a hacerme con una equipación completa para sólo disputar una prueba y tampoco tenía mucho tiempo. Jorge no iba a correr ese fin de semana, perfecto, me podría dejar su mono, su casco y hans y Dani Cuadrado, al que otros tantos seguro que también leéis a menudo en Autopista podía dejarme sus botines. Ataviado ya sólo me quedaba pasar el examen médico para federarme.
Pero, ¿quién es Lurauto y qué es exactamente lo que ha organizado con estos MINI de carrera?
Sobre Lurauto y el MINI de carreras que han creado
Lurauto es un concesionario de BMW y MINI en la zona norte de España, con concesiones en Guipúzcua, en San Sebastián, en Navarra, en Vizcaya y Bilbao y como si no fuera suficiente con la lucha diaria que es la venta de coches se han lanzado a la piscina para dar vida a una copa monomarca de esas que ya, por desgracia, no abundan en nuestro país, una de esas fórmulas que antaño servían de trampolín para otras disciplinas, que llenaban nuestros circuitos, que satisfacían las ansias de correr de pilotos y que, en definitiva, hacían más fácil la tarea de correr una competición.
Esta copa monomarca, la copa MINI Lurauto, arrancará en 2020 y la idea es conformar una parrilla propia en pruebas que llevarán a los pilotos a circuitos como el Jarama, Jerez, Los Arcos o Alcañiz aprovechando la celebración de otras pruebas, con una parrilla de unos 25 coches. En nuestro caso la prueba se celebro al abrigo del Racing Weekend del Jarama, con pruebas del CER, del CET y del campeonato de GT por lo que durante todo el fin de semana no cesó ni un minuto la actividad en pista, para deleite nuestro y sobre todo, claro, de los asistentes.
Fly Group es la empresa encargada de apoyar a Lurauto en la organización esta copa, garantizada para los años 2020, 2021 y 2022, con 5 pruebas y 2 carreras en cada prueba además de entrenamientos libres y clasificación. Todavía están por definir ciertas claves de esta copa, como los premios a los más rápidos.
El coche utilizado en esta copa es un MINI desarrollado por la propia Lurauto partiendo de la actual generación, más concretamente de un MINI Cooper de 3 puertas. Por lo tanto estamos hablando de un coche con un motor de 3 cilindros y 1.5 litros de cubicaje, una mecánica turbo que originalmente desarrolla una potencia de 136 CV y que para la ocasión se alza hasta los 180 CV.
Además el chasis de este MINI ha sido debidamente modificado con unas nuevas suspensiones y frenos, se ha quitado todo el grueso de su interior, dejando únicamente el salpicadero y el túnel central y se ha equipado con una jaula antivuelco muy completa, además de otros elementos necesarios para cumplir con los requisitos de la FIA, como las redes o el extintor.
Y… ¿cuánto cuesta entonces este coche de carreras?
El precio de este MINI de carreras
La copa Lurauto pretende ser una copa económica, teniendo presente que el automovilismo no es, ni es sus más tempranas disciplinas, un deporte barato. El MINI Cooper que han preparado tiene un precio de 32.000 euros y se incluye la matriculación y las piezas retiradas en la transformación, dándonos así la posibilidad de usarlo como coche de rally o incluso llegar a reconvertirlo en un coche de calle.
Para hacer frente a ese desembolso, a los 32.000 euros que cuesta este MINI de carreras, Lurauto te permite financiar la compra con una financiación que pasa por una entrada de 10.000 euros y 36 cuotas de 398 euros (o lo que es lo mismo, 398 euros al mes durante las 3 temporadas que ya se han confirmado). Pasados los 3 años puedes decidir si pagas el resto o se lo vendes a la propia Lurauto, con un precio de recomerá de 11.800 euros. Ahora piensa en la posibilidad de compartir coche con otro piloto, con un amigo con ganas de correr y divide la entrada y las cuotas por la mitad, ¿tentador verdad?
Mi primera vez como piloto en el circuito del Jarama
Hechas las presentaciones llega la hora de la verdad. Viernes, últimos minutos del día y un vuelo retrasado al volver de una presentación me hace llegar tarde a una cena que había organizado Lurauto con todos los periodistas, convertidos en pilotos, implicados. Llego a los postres, me cuentan las claves principales de la copa y me entregan los pases de rigor. Este fin de semana llevaré colgado al cuello el pase de piloto y no el de prensa. Además al no haber podido verificar el viernes me tocará hacerlo el sábado a primera hora.
Sábado y el zumbido del despertador pongo rumbo al Jarama, un días más sí, pero hoy la sensación no puede ser más diferente. Llevo en el maletero toda la equipación, a mi lado, la cámara, cosa de la costumbre, imagino que no tendré mucho tiempo de disparar alguna foto y sobre todo cargo con un buen saco de nervios que me lleva acompañando desde hace unos días.
El Jarama aún está completamente desierto. Lo bueno es que parece que el tiempo va a acompañar y vamos a tener el cielo despejado y buena temperatura. En mi cabeza no paro de darle vueltas a como voy a gestionar la salida en una parrilla repleta de coches o como voy a ser capaz de rodar rápido mientras veo aparecer por el retrovisor a coches y pilotos más rápidos. Por ahora voy a preocupar de verificar, un par de referencias de mi equipación, una firma…
Lurauto ha hecho un gran despliegue para este debut en el circuito del Jarama. Un camión nos sirve de vestuario a pie de boxes, a unos metros de los coches y tras vestirnos toca conocer al equipo de mecánicos y al que va a ser nuestro coche. A nuestro alrededor un generoso contingente de mecánicos va de un coche a otro rematando los últimos detalles. Queda poco más de una hora para los entrenos libres, para nuestro primer encuentro con la pista. Los saludos se suceden. Los nervios crecen.
Alrededor de los coches nos hemos juntado ya el grupo de periodistas que vamos a correr con los MINI, cada uno ataviados con monos y equiparaciones de origen de lo más diverso. Un compañero corre con un mono de la MX-5 cup con los colores del Mazda 787b, otro lleva un corporativo mono de la desgraciadamente extinta MINI Challenge… todos, o casi todos, compartimos ese nudo de tensión previa a la carrera.
¡Hora de saltar al interior del coche!
Sorteada la jaula, los mecánicos me ayudan a abrocharme los arneses. Fijan la red. Pulgar arriba. Enfilo el pit lane. Miro por el retrovisor. Gas. Final de recta. He salido segundo en los entrenamientos, mi coche me ha dejado ya los neumáticos calientes, una preocupación menos.
Los primeros metros los hago con una enorme cautela y más pendiente de los retrovisores que de lo que tengo ante mí. Un Fiesta, un Peugeot RCZ… Me adelantan con un ritmo frenético y mientras enfilo la subida de la Rampa Pegaso empiezo a sentirme cómodo con un coche que aparentemente me está haciendo muy fácil eso de hacerme a su comportamiento. Otra cosa es lo de concentrarme en mi tarea y empezar a correr de verdad, aislándome de la idea de que tras de mí se avecinan un buen número de coches más rápidos y dejando de estar totalmente pendiente de los retrovisores.
Nuestra categoría en el CER es la Open Michelin, compartiendo pista con monturas como los Ford Fiesta ST, los Renault Clio Cup, los Peugeot RCZ o el rápido MINI Challenge de dos buenos amigos, Borja Hormigos y Hector Hernández, con un rendimiento endiablado y el buen recuerdo de cuando la copa MINI llenaba los circuitos que también ha avivado esta iniciativa de Lurauto.
Una vuelta, otra vuelta… ¡y a marcar tiempos!
El motor de 3 cilindros corre más de lo que inicialmente pensaba y el chasis va tan bien que en conjunto dan como resultado a un coche tan divertido como fácil de hacerte a él. Unas suspensiones bien firmes, unos frenos muy capaces y unos slicks con un agarre bestial que hay que aprender a gestionar. La atmósfera de coche de carreras está muy presente, el sonido, el ver el habitáculo aligerado, las barras, las redes, tú encajado en el baquet…
El coche transmite mucha confianza y el buen hacer de Lurauto con su desarrollo hace que consigamos bajar de los 2 minutos en el Jarama para coquetear con tiempos de 1:58. Me bajo de los primeros entrenamientos y lo hago con la confianza de que en las últimas vueltas ya he logrado mi objetivo inicial, concentrarme en mi carrera y no ir sólo pendiente de facilitar el paso a coches más rápidos de otras categorías.
Los nervios iniciales van desapareciendo y ya sólo quiero volver a meterme en el MINI para salir a correr. El segundo entrenamiento me confirma la sensación inicial, ya soy capaz de concentrarme al 100% en mi carrera, ahora sólo queda hacerlo lo mejor posible, cuidar los slicks y frenos y adaptar mi experiencia en numerosos trackdays en el Jarama a una carrera, cambio de piloto en el box, sale mi compañero y unos pocos minutos después empezamos a formar en parrilla.
La idea es que inicie la carrera mi compañero, yo lo haré en la segunda carrera, mañana y hoy le haré el relevo. En mi cabeza ya sólo está el meterme en el coche a correr.
Veo la salida a pie de box y los siguientes minutos pasan a ser de charla con el resto de compañeros sobre las buenas impresiones del coche en los entrenamientos. Una modificación relativamente sencilla si tenemos en cuenta los cambios que solemos ver en muchos coches de carreras derivados de coches de calle pero con un gran resultado, con un coche tan válido para aprender a rodar en competición como divertido y accesible para aquellos que quieran ser pilotos sin las exigencias de presupuesto o de entrenamientos de categorías superiores. Me gusta la idea.
Miro el reloj, mi relevo está cerca, tienen que quedar 3 o 4 vueltas para que mi compañero entre en pista. Me pongo el sotocasco, me coloco el Hans y el casco, los guantes y empiezo a darle vueltas al giro perfecto en el Jarama. Ufff la calma de los últimos minutos ha desaparecido, sale a pista Hector Ares, de Motorpasión, su compañero acaba de parar, soy el siguiente. Y ahí está mi MINI.
Un relevo rápido y directo a la recta del Jarama. De nuevo salgo con los neumáticos calientes, no tengo que preocuparme de ponerlos en temperatura y parece que siguen gozando de un buen agarre después de las vueltas de mi compañero. Hora de dar gas.
Los que parecen no haber aguantado tan bien estos primeros envites son los frenos y a pocas vueltas de mi primera carrera empiezo a notar que me estoy quedando sin tacto en las frenadas más fuertes del trazado madrileño. Intento refrigerar, llegar a final de recta no tan rápido, pero desgraciadamente, cuando estaba rodando en una muy buena posición, me quedo sin frenos en Le Mans y termino en la grava. Por suerte no he dañado el coche, puedo volver a pista y tras terminar el giro al circuito veo la bandera a cuadros. ¡Por una vuelta! Si los frenos hubieran aguantado una vuelta más…
El calor, a pesar de las fechas del año en las que estamos, aprieta con fuerza en el Jarama. El mono, la tensión de la carrera y el cansancio del día hacen que salga casi sin fuerzas del coche. Mis mecánicos me esperan con una bebida energética, me preguntan por el coche y aprovecho para indicarles el problema con los frenos y veo, tras hacerme con una hoja de tiempos que he conseguido rodar entre los 3 primeros del grupo de los MINI de Lurauto. No puedo quejarme del debut y sí, ahora sólo quiero volverme a montar de nuevo en el coche.
Reconozco que al ver la bandera, con el atardecer del Jarama, con todos los comisarios aplaudiendo a pie de pista, el circuito de casa, los recuerdos de todo lo vivido en él… se me cayó una lagrimita. Vaya sensación.
Toca recoger, volver a casa. Una ducha, descansar para la segunda carrera. Y asimilar y disfrutar de la experiencia. Y bueno sí, al llegar a casa entré en un portal de coches de segunda mano a buscar coches de carreras baratos.
Con la calma de haber superado ya el primer día de carreras llego al circuito hoy un poco más tarde. A medio día habremos terminado y la idea de correr volverá a ser para mi desgracia un proyecto lejano. Disfrutaré de cada coche de carreras que vuelva a caer en mis manos en alguna presentación de un nuevo coche, pero no será lo mismo que ser piloto durante un fin de semana completo de carreras.
Saludos en el box, agarro mi cámara y me paseo por los boxes viendo algunos de los coches de otras categorías, los GT, con ese espectacular Audi R8 o el Ferrari 458, los turismos, con el Honda Civic o los Hyundai i30 N Fastback, la generosa (e ilusionante) proporción de coches con la insignia de CUPRA participando, ¡menuda buena pinta tienen los TCR! Saludos a amigos y conocidos que han venido a ver el último día de carrera y vuelta al box.
Hoy tengo la tarea de ejecutar una buena salida, que en mi cabeza el concepto de buena salida en estos momentos se traduce en haber llegado al final de la primera curva sin haberme tocado con nadie, para que mi compañero pueda sentenciar el fin de semana.
Aprovecho para preguntarles algunas claves para la salida a otros amigos que corren habitualmente, a algunos de los compañeros que ejecutaron la salida ayer. La clave pasa por un un “no te preocupes, va a ir todo bien”, que me repiten la mayoría con insistencia. Perfecto, ya estoy preparado. Antes de entrar a pista mis mecánicos me dicen un “¡vas a alucinar con como se quedaron los frenos ayer!” Y efectivamente, tras ver las fotos que me enseñan en su móvil me quedo ojiplático, la pastilla ya estaba totalmente perforada, ¡normal que me quedara sin frenos!
Salgo desde boxes a la vuelta de formación y empiezan los vaivenes de un lado a otro de la pista para que los slicks cojan temperatura, algo que parece que no hice del todo bien. Mis mecánicos me señalan mi puesto en la parrilla, les avisan de que se tienen que retirar ya a boxes, rugen los motores, ¡salimos!
La vuelta en el CER es lanzada, tenemos que esperar a que se retire el coche de seguridad para empezar. Vaya manojo de nervios. Procuro calentar algo más los neumático, sigo yendo de un lado a otro de la pista para coger temperatura en una especie de baile sincronizado con el resto de pilotos. El coche se retira, ¡gas! La melé de coches llega al final de recta, consigo adelantar a un par de MINIs y en un suspiro he superado el mayor de mis miedos del fin de semana, sin darme cuenta, en un abrir y cerrar de ojos ya estoy casi llegando a Le Mans ¡cómo puede estar pasando todo tan rápido!
La confianza del buen trabajo del día anterior, a pesar del susto con los frenos, me hacen quizá envalentonarme mas de la cuenta y a la tercera vuelta ataco las curvas con un ritmo superior al que debería. Un par de sustos y pérdidas de tracción no hacen que ceje en mi empeño de intentar bajar el tiempo conseguido el día previo, cabezón de mí el tercer susto se salda con un trompo. Sigo en la pista pero pierdo 3 o 4 puestos y sobre todo una pequeña parte de la confianza ganada y la concentración para, unas curvas más adelante volver a perder el control del coche.
Definitivamente, no he calentado, ni mucho menos, lo suficiente los neumáticos. Ruedo solitario, bajo el ritmo y me propongo ser más conservador, que cojan temperatura los coches, volverme a hacer con la situación. Completo un par de giros rápidos, vuelvo a rodar a gusto aunque no al 100% y desde el muro me advierten de que tengo que pasar a pit lane, llega la hora del cambio de piloto.
De nuevo, ahora por última vez, la recta del Jarama y empiezo a asimilar que estos son los últimos metros que recorro con el MINI. Momento triste. Freno delante de los mecánicos, me suelto los arneses, lanzo para atrás el baquet y le cuento rápidamente a mi compañero el problema de los neumáticos, aunque le digo que ya no debería tener ningún problema después de las últimas vueltas.
Me quito el casco, me quito los guantes…
El día se salda finalmente con un segundo puesto entre los MINI, gran trabajo el de mi compañero, de Lurauto, que han improvisado un podio en el box. Muy muy satisfecho, muy feliz y sobre todo contento con la sensación de haber aprendido mucho de cómo es eso de correr una carrera de coches, una enorme diferencia con las mañanas y tardes de trackday que he pasado en este mismo circuito y la progresión vivida, de subirme como un flan y pendiente de la carrera de otros y no de la mía a mejorar tiempos y saber gestionar bien el coche, comprenderlo e intentar sacarle el máximo provecho. Y además de la ilusión de correr en casa también ilusiona ver que aún hay gente dispuesta a apostar por disciplinas así, dándole brillo a una puerta de acceso al Motorsport con un buen coche, divertido y fácil y con una buena relación económica.
Ha sido un placer convertirme en vuestro piloto durante un fin de semana Lurauto y si tu has sentido la tentación puedes contactar con Lurauto a través del mail competicion@lurauto.com.