Hasta una tercera parte de los radares de la Dirección General de Tráfico, que presuntamente vigilan la velocidad de los conductores, son radares falsos. Meras cajas vacías. Así lo ha reconocido la propia DGT en numerosas ocasiones que, por si no fuera poco, asegura que siguen siendo efectivos para evitar los excesos de velocidad.
¿Cómo son los radares falsos de la DGT?
Desde fuera, los radares falsos de la DGT no se diferencian de un radar verdadero. Disponen del sistema de cámaras, y la caja que debería alojar el cinemómetro, instalados en un pórtico sobre la carretera, o en un poste junto al arcén. También están convenientemente señalizados, indicando la presencia de un radar fijo.
La diferencia con un radar verdadero reside en que la caja está vacía, no dispone de cinemómetro y, por lo tanto, no está habilitada para sancionar los excesos de velocidad de los conductores.
¿Por qué se utilizan radares falsos de la DGT?
En numerosas ocasiones, la propia Dirección General de Tráfico ha reconocido la existencia de cajas vacías, que no disponen de radar y por lo tanto no multan. Pere Navarro llegó a reconocer que hasta una tercera parte de los radares fijos señalizados en España son falsos, pero también apuntó a su efectividad, porque «con solo el cartel de aviso de radar surte efecto».
Ya sea por el cartel que avisa de la presencia de un radar, o por las notificaciones que reciben los conductores que utilizan sistemas de entretenimiento y navegación con base de datos de radares o aplicaciones de teléfono móvil (como Waze o Google Maps), el conductor reduce la velocidad para evitar ser sancionado y, por lo tanto, el radar falso es tan efectivo como uno verdadero para disuadir al conductor de exceder los límites de velocidad.
¿Dónde están los radares falsos de la DGT?
La Dirección General de Tráfico no diferencia entre radares falsos y radares verdaderos, de manera que el conductor no puede diferenciar uno de otros y la base de datos en la que la DGT comparte la geolocalización de cada radar fijo que vigila la velocidad en las carreteras españolas incluye tanto radares falsos, con cajas vacías, como radares verdaderos.
Para más inri, la Dirección General de Tráfico rota sus cinemómetros, de manera que algunos de los radares fijos que nos encontramos en carretera pueden ser en algún momento una caja vacía, sin capacidad de multar, y en otros, disponer de un cinemómetro que sí sanciona los excesos de velocidad.
¿De qué otros radares y medios dispone la DGT?
- La DGT dispone de radares camuflados y móviles, situados en vehículos camuflados estáticos en el arcén o en movimiento, en trípodes en el arcén y en sistemas de cinemómetros compactos que se adhieren al guardarraíl.
- La DGT dispone de furgonetas blancas (y grises) camufladas que, técnicamente, pueden equipar cinemómetros y por lo tanto identificar excesos de velocidad. Pero se están utilizando, sobre todo, para controlar el uso del cinturón y el teléfono móvil, así como otras infracciones.
- Los helicópteros Pegasus también disponen de cinemómetro y pueden identificar excesos de velocidad, con precisión, a gran distancia y altitud, pasando desapercibidos para los conductores. También permiten identificar otras infracciones, como pasajeros sin cinturón o conductores distraídos o utilizando el teléfono móvil.
- La DGT dispone de cámaras en pórticos sobre la carretera que, visualmente, son muy parecidos a los radares fijos. Pero estas cámaras, que captan al conductor frontalmente, se utilizan para controlar el uso del cinturón y el teléfono móvil.
- La DGT dispone también de drones que controlan la carretera desde el aire y que al ser muy compactos, pueden pasar desapercibidos para los conductores. Pero estos drones no disponen de cinemómetro y si bien son efectivos para identificar infracciones relativas al uso del cinturón, al uso del teléfono móvil o incluso adelantamientos indebidos, no pueden identificar excesos de velocidad.