Finalmente, y tal y como esperábamos que sucediera desde hace unas semanas, dado que esta medida ya contaba con el acuerdo político necesario para que se aprobara, el Parlamento Europeo ha aprobado la introducción de elementos de seguridad que serán obligatorios en coches nuevos en 2022. Como os decíamos, ya os habíamos hablado de estos elementos de seguridad obligatorios, pero aún así, en los últimos días también hemos comprobado cómo seguían existiendo muchas dudas, por ejemplo al respecto de dispositivos como los asistentes de velocidad inteligentes.
No habrá limitadores de velocidad, pero sí asistentes
La Unión Europea no va a introducir limitadores de velocidad en 2022. La única referencia que se hace en el texto aprobado a dispositivos que controlen la velocidad se refiere a asistentes de velocidad inteligentes, que el propio texto define como ayudas a la conducción que avisen al conductor de los límites de velocidad en el tramo por el que circula, y le ofrezcan un estímulo visual, o sonoro.
Esencialmente hablaríamos de sistemas de reconocimiento de señales que reconozcan los límites de velocidad, o incluso controles de velocidad de crucero que sean capaces de adaptarse a la velocidad máxima de la vía. De manera que la decisión de reducir la velocidad y ajustarse a los límites siempre recaiga en el conductor, y en ningún caso sea la tecnología la que limite la velocidad máxima.
No habrá bloqueo por alcoholímetro, pero sí preinstalación
Finalmente, también se ha acordado la instalación de dispositivos de bloqueo para conductores ebrios, aunque la normativa deja abierta la puerta para que sean los estados miembros los que decidan qué dispositivo emplear, y cómo legislar al respecto. La normativa europea tan solo obligará a los fabricantes de coches a instalar una preinstalación de bloqueo del arranque para que posteriormente puedan adaptarse alcoholímetros, bajo una conexión estandarizada, y que así se trate de bloquear a los conductores bajo los efectos del alcohol.
Se obligará también a instalar toda una serie de dispositivos que ya son cada vez más habituales en coches modernos, como los asistentes avanzados de frenada de emergencia, capaces de frenar automáticamente, las ayudas al mantenimiento de carril, las cámaras traseras y los sensores que detecten obstáculos, o los detectores de somnolencia y pérdida de atención al conductor, así como otros sistemas que prevengan las distracciones.
También se impondrán algunas mejoras, que están por definirse, en los sistemas de retención, y controles más estrictos de las estructuras de absorción de impactos, como el capó, o la luneta frontal, para proteger a los usuarios de la vía que el texto de la Unión Europea considera más vulnerables a los accidentes de tráfico, como peatones y ciclistas.
Se introducirán cajas negras para investigar los accidentes
También es cierto que la Unión Europea obligará a instalar cajas negras o, siendo rigurosos con la definición aplicada en el texto, un sistema que registre información y eventos, de manera que se pueda recuperar la información anterior a un accidente. Por ejemplo, que se pueda investigar la información que está manejando la centralita de un automóvil en los instantes previos al despliegue del airbag.
Aún no se ha definido concretamente, y desde el punto de vista técnico, cómo se implantará este concepto de caja negra para automóviles, pero sí se espera que esa información sirva para mejorar la investigación de accidentes de tráfico y que existan protocolos estandarizados, bajo las leyes actuales de protección de datos, y que las autoridades de los estados miembros puedan acceder a esa información.
Estas medidas pretenden mejorar significativamente la seguridad en carretera y reducir la siniestralidad. Las estimaciones que se han realizado que, evidentemente, solo son eso, estimaciones, hablan de salvar hasta 25.000 vidas y 140.000 heridos graves en accidentes de tráfico hasta el año 2038.