El objetivo de este artículo es que el nuevo Mitsubishi Colt no tenga secretos para vosotros. En primer lugar, vamos a explicaros cual es el motivo por el que esté coche existe, ya que estamos ante un Renault Clio con logotipos de Mitsubishi. En segundo lugar, os vamos a contar cómo se estructura su gama, además de probarlo, y enseñároslo tanto por dentro como por fuera. Y por último, y más importante, si hay motivos para recomendar su compra frente a la compra de un Renault Clio.
¿Por qué Mitsubishi ha lanzado un Colt basado en el Renault Clio?
Mitsubishi pertenece a la alianza Renault-Nissan, y su filial europea había visto reducida su gama al Mitsubishi Space Star, un urbano low-cost, y a la versión enchufable del Mitsubishi Eclipse Cross. La marca necesitaba relanzarse y recuperar su posición en el mercado, y necesitaba hacerlo rápidamente. Por ello optó por usar el Renault Clio como base de su nuevo Mitsubishi Colt, aprovechando que el Clio estaba recibiendo un lavado de cara. El coste de desarrollo ha sido nulo, y los cambios, sobre el Clio, mínimos.
Mitsubishi Colt
Fotos del Mitsubishi Colt 2024
Es una decisión estratégica, y ha permitido que la marca vuelva a tener un utilitario en el segmento B, importante en el mercado europeo. La decisión de usar el Renault Clio ha sido lógica no solo por sinergias de grupo, si no por tratarse de uno de los utilitarios más completos y reconocidos del mercado. Además, como el Renault Clio cuenta con mecánicas eficientes y una versión híbrida, las emisiones medias de flota se mantienen a raya. Es una estrategia idéntica a la que han seguido con el Mitsubishi ASX.
Hay más ventajas de que su base sea un Renault Clio: hay abundancia de repuestos y piezas, es un coche con multitud de asistencias a la conducción, tiene mecánicas variadas recién actualizadas y es uno de los referentes del segmento B.
Sí, te costará diferenciarlo de un Renault Clio
Hay muy pocos cambios en el diseño del Mitsubishi Colt con respecto a lo que nos encontramos en un Renault Clio. Los cambios exteriores se centran en una calandra específica, en llantas diferentes a las del utilitario francés y emblemas propios tanto en las puertas delanteras, como en la parte trasera, en el portón del maletero. Por cierto, carecemos de logotipo en la parte trasera del coche, donde simplemente puede leerse “Mitsubishi» en letras de gran tamaño y la versión concreta del coche en cuestión.
Dentro del coche, los cambios con respecto al Renault Clio son aun más escasos. Todo se reduce al logotipo situado en la parte central del volante, y a las pequeñas miniaturas del coche que aparecen al seleccionar los modos de conducción disponibles. Eso es todo. Por lo demás, estamos ante un habitáculo de buena calidad percibida (consulta aquí las impresiones del Renault Clio 2023), de ergonomía impecable – no ha perdido los mandos físicos para la climatización – y un componente tecnológico bastante avanzado.
A nivel tecnológico, nos ofrece una instrumentación digital de 7 o 10 pulgadas, en cuya versión más grande podemos ver el mapa del navegador e información de viaje, aunque sin muchas opciones de personalización. El sistema de infotainment tiene pantallas verticales de hasta 9,3 pulgadas, y es compatible con Apple CarPlay y Android Auto. No es un sistema puntero como el OpenR de Renault, pero tiene un funcionamiento bastante fluido y una curva de aprendizaje muy modesta.
Las plazas traseras del Colt son aptas para dos adultos de talla generosa, pero carecen de amenidades como aireadores, un reposabrazos o puertos de carga, y la plaza central es estrecha. Además, las molduras de la puerta son de menor calidad que las de la puerta delantera. El maletero del coche cubica 340 litros en sus versiones de gasolina y 254 litros en el caso de la versión híbrida. Es un maletero muy correcto, con una boca de carga amplia, y solo en los híbridos tiene una capacidad de carga justa.
Al volante del nuevo Mitsubishi Colt 2024
Antes de entrar a valorar la dinámica, tenemos que repasar la gama de motores. Es algo diferente a la del Renault Clio. El motor de acceso se llama 100 MPI y es un 1.0 atmosférico de 65 CV, ya no disponible en el francés. Tiene prestaciones muy justas – más de 17 segundos en el 0 a 100 km/h – y no lo recomendamos para más que un uso urbano. El motor más equilibrado es el 100 T, un 1.0 turbo de 90 CV de potencia que aglutinará el grueso de las ventas en el mercado europeo. El tope de gama es el motor 160 HEV, un full-hybrid de 145 CV de potencia combinada.
Esta versión combina un motor 1.6 de 94 CV con dos motores eléctricos, de 49 y 24 CV. El más potente acciona las ruedas del coche, mientras que el de 24 CV tiene como único cometido ajustar la velocidad del motor térmico a la caja de cambios – que carece de embrague o sincronizadores. La caja de cambios tiene cuatro relaciones y hay dos relaciones para el motor eléctrico. La combinación entre ambos motores es múltiple, y permite que este coche presuma de un consumo medio de solo 4,3 l/100 km, además de prestaciones notables: 0 a 100 km/h en 9,3 segundos.
La diatriba técnica suena complicada, pero a la hora de la verdad, esta mecánica se siente muy natural y refinada. Avanza con autoridad, percibimos que hay cambios de marcha – frente al «resbalamiento» del tren epicicloidal de un Toyota – y su sonido está muy amortiguado, a no ser que exijamos toda la potencia al coche. Esta mecánica es especialmente eficiente en ciudad, donde es sencillo movernos en el entorno de los 4,5 l/100 km. Igualmente, es un coche con suficiente potencia para aventurarnos en largos viajes o circular en carretera secundaria.
Del Mitsubishi Colt, al igual que dijimos en su momento del Renault Clio, alabamos su buen compromiso dinámico. Es un coche que resulta cómodo en toda circunstancia, con un buen aislamiento acústico, pero que no se amilana cuando llegan las curvas. No resulta tan dinámico como un SEAT Ibiza o un Toyota Yaris, pero con una mecánica orientada a la eficiencia urbana, no creo que el comportamiento dinámico sea el principal motivo de su compra.
Conclusión: ¿merece más la pena que un Renault Clio?
Hay varios motivos por los que comprar un Mitsubishi Colt puede merecer más la pena que un Renault Clio, sabiendo que son dos caras de la misma moneda. El primero es que tenemos un motor de acceso no disponible en el Clio, que puede interesar a aquellas personas que busquen aquilatar el precio al máximo. El segundo motivo es que el coche cuenta con cinco años de garantía, frente a los tres años que ofrece Renault en el Clio. Y el último motivo, y el más importante, es que sus campañas comerciales podrían ser más atractivas.
Esto dependerá de Mitsubishi, ya que las campañas comerciales aun no han sido anunciadas. La marca ha confirmado que hará un gran esfuerzo al respecto para que el producto sea muy competitivo en precio. Por el momento, sus precios arrancan en 17.790 euros – precios de tarifa – para un Colt 100 MPI en acabado Motion de acceso – y se van hasta los 28.990 euros de un 160 HEV en acabado Kaiteki+ tope de gama. A igualdad de equipamiento, en estos momentos, el Colt es unos 400-500 euros más caro que el Clio, tomando como referencia precios de tarifa.
En cualquier caso, el Mitsubishi Colt un utilitario muy bien resuelto a todos los niveles, como el Renault Clio, y queremos destacar su buen equilibrio general, un habitáculo muy bien rematado y una versión híbrida muy interesante y eficiente. Echamos de menos, eso sí, más diferenciación con respecto al Renault Clio.
Fotos del Mitsubishi Colt 2024