Hace ya tiempo que os venimos hablando de modas de diseño en el mundo de los coches. Muchas de las modas de diseño de las que os hemos hablado siguen siendo aplicables a los coches de hoy día – el 50% del mercado ya son SUV y crossover. Sin embargo, en este artículo he querido hilar algo más fino y centrarme en algunas de las modas más recientes, modas específicas que se han afianzado en los últimos dos años y de las que costará tiempo librarse. Os advierto que no dejamos títere con cabeza: tu nuevo coche puede aparecer en esta lista.
Antes de entrar en harina, quiero hacer un brevísimo repaso a algunas de las modas de diseño que siguen estando presentes en muchos coches a día de hoy. Modas como las llantas de tamaño XXL – he llegado a probar un Volvo XC40 T2 de 129 CV con llantas de 21 pulgadas – o los plásticos negro piano, de los que no conseguimos librarnos ni queriendo. Tampoco han desaparecido las imitaciones de protecciones todoterreno, los tubos de escape falsos o el aspecto enfadado de los coches. Pero tranquilos, se nos vienen encima otras modas que nos costará años superar.
1) Ópticas partidas
Uno de los primeros coches de masas en montar ópticas partidas fue el primer Nissan Juke, que separaba la iluminación de cruce del módulo de las luces de posición e intermitentes. Coches como el Citroën C4 Cactus contribuyeron a su popularización y hoy día, tenemos ópticas partidas en un gran número de coches. Esta moda empezó de forma tímida y ha explotado en popularidad hoy día. Están muy presentes en coches como el Hyundai Kona o el Skoda Kamiq, en el recién presentado Ford Evos, el novísimo Citroën C5 X o el nuevo Nissan X-Trail 2021.
2) Ópticas muy finas
A las ópticas partidas, en muchas ocasiones, se unen ópticas cada vez más finas. La evolución en la tecnología de iluminación LED lo permite, y al igual que las ópticas partidas, son un recurso estético muy usado en el diseño de los todocaminos. No obstante, estos faros de aspecto afilado y alargado también se pueden encontrar en todo tipo de coches. En el Hyundai Kona las tenemos en combinación con una óptica partida, y también las podemos encontrar en coches como el nuevo Toyota bZ4X, el Honda HR-V e:HEV, el Mitsubishi Outlander o el futuro Audi A6 e-tron.
3) Pilotos traseros tan anchos como el coche
Esta moda de diseño se ha afianzado enormemente en los últimos dos años. Fueron populares en los años ochenta y el Saab 9-5 de segunda generación las rescató en la era LED. Porsche las adoptó en masa desde el lanzamiento del Porsche 991.2, y ahora son un recurso estético muy socorrido en coches de todo tipo. Al principio llaman la atención y nos sorprenden, pero cuando se empiezan a hacer ubicuas, pierden su «gracia». Hoy en día podemos encontrarlos, por ejemplo, en los SEAT León o SEAT Tarraco, en los Hyundai Tucson o en los Audi e-tron GT.
4) Calandras gigantescas
Las grandes calandras no son una novedad a día de hoy, pero en los últimos dos años, la moda se ha afianzado y se ha extendido a todos los segmentos y tipos de coches en existencia. Ya no solo nos quejamos de las enormes parrillas de coches como el BMW X7, porque esas grandes parrillas las tenemos en coches tan comunes como el Hyundai Santa Fe o el Citroën C3 Aircross. Estas calandras no tienen una función más allá de la estética. En gran parte son parrillas ciegas, con pequeños huecos, suficientes para que el motor respire y se refrigere adecuadamente.
5) Adiós a los logos, hola a gigantescos emblemas con el nombre de la marca/modelo
De todas las modas de diseño que recogemos en este artículo, esta es con diferencia la que más me molesta. Porque denota una falta de confianza en el diseño del vehículo y sobre todo, en la imagen de la marca en cuestión. Muchos coches están perdiendo su logotipo tradicional en favor del nombre de la marca o el modelo en cuestión, deletreado en grandes caracteres cromados. No consigo entenderlo, y creo que en vez de diferenciar al vehículo, lo hace más anodino y carente de personalidad. Las marcas que más pecan de esta moda de diseño son Skoda, Opel o Volvo.
6) Controles deslizantes, táctiles o hápticos
Y entramos en el pantanoso terreno de la usabilidad. Los controles de funciones tan comunes como subir el volumen del equipo de sonido o ajustar la temperatura del climatizador deberían ser sencillos de operar y deberíamos poder hacerlo sin apenas apartar la vista de la carretera. Es un error que sean mandos táctiles, ya que al tacto no podemos reconocer si los estamos pulsando o no. Nos obligan a apartar la vista de la carretera, y nos obligan a confirmar que los hemos usado correctamente mirando a la pantalla del coche. Un despropósito en todos los niveles.
7) Climatizadores y funciones básicas integrados en pantalla
Los mandos táctiles de ciertas funciones ya nos causan no pocos quebraderos de cabeza. El problema es cuando esas funciones pasan a estar totalmente integradas en una pantalla táctil. El caso extremo es el Tesla Model 3, cuyos únicos mandos físicos son los intermitentes, selector de cambio y botón de los warnings. Integrar todas las funciones en una pantalla táctil es una fuente constante de distracciones y en muchas ocasiones va en contra de uno de los mandamientos más básicos de la ingeniería: la mejor opción, y la que mejor funciona, es la más sencilla.
8) Luces frontales tan anchas como el propio coche
Una moda que está empezando a traccionar con fuerza en estos momentos. Comenzó como una anécdota en algunos coches, y poco a poco, está más y más presente en los coches nuevos. Consiste en una tira de LED que se une a la iluminación diurna de las ópticas, y que las une, normalmente haciendo un juego estético con la calandra. Como todas las modas de diseño, al principio es novedosa y fresca, pero empezamos a verla en casi todos los nuevos lanzamientos de Volkswagen – por citar una marca – y en muchos coches eléctricos de nueva factura.
9) Negro piano… en el exterior del coche
La moda del negro piano en el interior del coche nunca llegó a irse. Sigue muy presente en muchos coches – ¿habéis visto el interior del nuevo Opel Astra? – y no tiene visos de que su uso se vaya a reducir en un futuro cercano. Al contrario, cada vez está más presente en el exterior de los coches nuevos. El Opel Astra es un buen ejemplo, al igual que el nuevo Kia Sportage, que presume del material en su frontal, zaga y molduras laterales. Expuesto a microarañazos constantes, partículas de polvo… ideal, vamos – nótese la ironía.