Pocas cosas en el mundo del motor pueden compararse a la sensación de pilotar una obra única, poseída por un carácter especial y moldeada al gusto de su dueño. Para ello, no basta tener buen gusto, recursos y contar un equipo de profesionales, sino además guardar en el garaje una buena base para transformar. Y para muestra, esta variante Rockster de la BMW R 1150 R «Boxer Racer» construida por North East Custom’s lleva el espíritu Café Racer a un nuevo nivel. Lee e inspírate.
Lo hemos comentado en multitud de ocasiones: el mundo de la customización vive en nuestros días una nueva época dorada. Existen multitud de ejemplos en estilo café racer, brat style, scrambler, flat track o bobber, por citar solo unos pocos, de casi cualquier modelo que haya tenido cierto renombre en el mercado hace años.
BMW R 1150: una base ideal para un proyecto Café Racer
Tal es el tirón de este mundillo que la mayoría de marcas importantes cuenta con una línea «retro» pensada para la personalización. Sin embargo, nada como una moto veterana bien cuidada y, sobre todo, tratada por manos expertas para ver auténticas obras de arte.
Es el caso de esta imponente Boxer Racer, que aprovecha las virtudes de una moto como la BMW R 1150 R. A pesar de no sonar tanto como las icónicas R80 y R100, ésta es una opción muy interesante al ser la última de las bóxer «clásicas» hechas en el país teutón, encontrarse a buen precio y relativamente bien cuidada en el mercado de segunda mano e incorporar algunas características de sus hermanas más modernas.
Entre sus numerosas variantes, esta Rockster fue lanzada en 2003 con faros asimétricos, un patrón de colores digamos osado y una rueda trasera más ancha.
Este sabio propietario del norte de Italia confió su querida R a los chicos de North East Custom’s, un taller de constructores afincado en Padua. Allí se pusieron manos a la obra ideando una nueva estética capaz de partir cuellos y una mejora a nivel mecánico perfecta para quemar el asfalto en circuito, sacando lo mejor de este robusto bóxer.
Esta BMW R 1150 R «Boxer Racer» luce ahora con toda la gloria que en su momento no tuvo
Basta mirar las fotos para darse cuenta de la increíble transformación: conservando el característico tanque de combustible, el manillar y el inconfundible bloque motor como señas de identidad, los hermanos Diego y Riccardo Coppiello añadieron un nuevo asiento más afilado y un colín artesanal en aluminio con luces de freno integradas y un escueto portamatrículas adornado con intermitentes reducidos a su mínima expresión.
Ésta requirió realizar una nueva careta frontal tipo góndola en torno a una faro redondo Led de JW Speaker, coronado por dentro por un nuevo cuentakilómetros digital de Motogadget. Todo ello requirió desarrollar una nueva estructura de soporte que integrase con limpieza los componentes y el cableado del modo más compacto posible y sin obstaculizar el sistema de suspensión Telelever propio de las bóxer de BMW.
Una BMW Boxer con colores de guerra para brillar en la calle y en el circuito
Afortunadamente, esta maravilla no ha sido alumbrada para irse marchitando dentro de una vitrina y el proyecto tuvo siempre en mente la sed de emociones fuertes de su dueño. Así, los hermanos Coppiello conservaron lo esencial del bloque motor pero pusieron un par de filtros K&N, una nueva centralita Rapid Bike pensada para exprimir el bóxer al máximo y una agresiva línea de escape Virex.
La parte ciclo tampoco se queda atrás, con un nuevo subchasis, suspensiones Öhlins, bombas de freno y embrague Braking o unos radicales neumáticos Pirelli Supercorsa BSBs que suplican ser llevados a sangre y fuego.
Nosotros nos imaginamos a su feliz propietario surcando las sinuosas carreteras del norte de Italia con un atardecer dorado y una sonrisa radiante bajo las gafas de sol. Y tú, ¿no sueñas también con algo parecido?
Fuente: Wesley Reineke via BMW Newsletter. Fotos de Filippo Molena via North East Custom