En el mundo de las motos deportivas hay máquinas competentes y auténticas bestias del asfalto. Si lo tuyo son las superbikes, sin duda conocerás la imponente Aprilia RSV 4 y su variante Factory, que en 2021 llegan con mejoras en motor, parte ciclo y electrónica. Aquí te contamos las claves.
«Correr en moto es como volar bajo y libre. Tú eres la moto. Tú y la moto son uno. La llevas con las manos, con los pies, con todo el cuerpo. Vuelas»
Con esta frase mítica el piloto Dennis Noyes definió no solo una impresión, sino el sueño que comparten tantos apasionados por conducir y disfrutar de las dos ruedas. Pocas cosas pueden compararse con ese momento, entre bello y sublime, en el que una moto parece brindarte la posibilidad de desafiar y casi vencer las leyes de la gravedad.
Una moto deportiva con poder mayúsculo
En la nueva RSV 4 destacan varias mejoras en aspectos clave, comenzando por la adaptación del motor a la nueva normativa Euro5, lo que lejos de hacerle perder músculo ha elevado su cubicaje a 1099cc y junto con otras modificaciones en el sistema de escape ha permitido reforzar su par motor manteniendo los delirantes 217CV que ya rendía este tetracilíndrico.
En segundo lugar, se ha revisado el conjunto de basculante, inspirado en la Aprilia RS-GP de la categoría de MotoGP con el fin de reducir el peso y aumentar la estabilidad del tren posterior en los cambios de masa y las inercias al acelerar. Por si fuera poco, esta nueva edición de la RSV 4 hereda el cuidado estudio aerodinámico que ya hemos podido ver en la RS 660, pensado para desviar las corrientes de aire caliente del piloto y optimizar la refrigeración del bloque motor. A la fluidez y agresividad de las líneas de su carenado se unen las aletas laterales, ahora integradas a ambos lados del frontal como un todo.
La Aprilia RSV 4 hace gala de la última tecnología
Los ingenieros de la casa italiana han equipado a su buque insignia con todo el arsenal tecnológico posible para hacer de esta superbike el arma definitiva en manos de un piloto experimentado. Entre otras actualizaciones, una nueva centralita Marelli 11MP con sensor IMU de seis ejes unido al acelerador electrónico revisado permite controlar los seis modos de conducción que ahora incorpora.
De ellos, tres son específicos para pista y otros tres para carretera, incluyendo opciones personalizables para poner a tu gusto el freno motor, el control de tracción, la intrusión del anti-wheelie o el ABS, entre otros parámetros. Todo ello es fácilmente operable desde un conjunto de mandos optimizado que se conecta a una pantalla TFT a color más grande. Para iluminar el asfalto delante de este misil, la óptica Led se ha reforzado con elementos DRL perimetrales, que van activándose a medida que se toman las curvas.
Junto a la RSV 4, la variante Factory, todavía más radical, incorpora llantas de aluminio forjado, suspensiones semiactivas Öhlins Smart EC 2.0 y unos hipercontundentes frenos Brembo Stylema. Para poner la guinda al pastel, será ésta la versión que luzca con orgullo los colores negro y rojo «lava» tan característico de la marca.
A falta de precio y fecha de lanzamiento, estamos deseando ver más imágenes y detalles de esta imponente montura. Porque si se trata de volar, mejor hacerlo con las mejores alas.