Montar una moto con marchas en ciudad es, bien entendido, toda una declaración de intenciones y estilo. En Honda lo saben bien y por ello acaban de renovar una de las motos más peculiares y amigables de su gama: la MSX 125 «Grom». Una pequeña y matona para moteros sin complejos.
Si hace unos días hablábamos del reinado del scooter en las ciudades, Honda renueva una alternativa que no deja indiferente a nadie. Habrá quien enarque una ceja y resople con cierto desdén preguntándose si a una montura así cabe llamarlo moto. Quizá incluso se pregunte quién tendría la ocurrencia de tener una «mini-moto», vistas sus supuestas limitaciones.
Honda MSX 125 Grom. Un moto con carácter y diversión a raudales
Corrían los años 70 y entre pantalones campana, choques con la policía y nuevas tribus urbanas, Honda ponía a la venta su mítica «Monkey»: una moto de marchas, con componentes sobrios y fiables y unas dimensiones reducidas al máximo. Lo que empezó como una especie de experimento destinado a la baca trasera de las autocaravanas, pronto se convertiría en el icono inesperado de una generación que vio en ella el descaro y desenfado con que buscaba definirse.
Dicho modelo, con ciertas variantes, sigue disponible en el catálogo de Honda y conserva todo su sabor. Sin embargo, en 2013 la casa japonesa hacía evolucionar el concepto con un nuevo carácter más moderno, definido como «mini-Street». Nacía así la Honda MSX 125, cuyo sobrenombre «Grom» (joven surfero, en el argot americano) bautiza muy bien el sector en el que esta pequeña moto ha tenido más éxito y en que el ha desarrollado un estilo propio.
Una flecha urbana con personalidad custom y componentes mejorados
Los de Tokio han querido conservar las características básicas del modelo (dimensiones compactas con una distancia entre ejes de apenas 1,2 metros, ruedas de 12 pulgadas, mínimo radio de giro, consumo espartano) al tiempo que potencian y actualizan aspectos reseñables.
Entre ellos, el más destacable es la inclusión de una quinta marcha en su caja de cambios, que permitirá estrujar con mayor vigor sus modestos pero juguetones 9,7cv, así como mantener más desahogadamente sus 94 km/h de velocidad punta. Desde luego, no se trata de cifras astronómicas pero no debemos olvidar que la jungla de asfalto es su habitat natural.
Entre los coches y semáforos la MSX brilla con la agilidad que le dan sus poco más de 100kg, el aplomo de su chasis tipo backbone y sus suspensiones revisadas, el mordiente de sus vigorosos discos de freno
y sus gasto casi anecdótico de gasolina (homologado en 1,52l/100km).
Si aún no lo ves claro, su óptica Led y su nuevo tablero digital quizá terminen de darte la información que necesitas para lanzarte a probar una.
Si lo haces y acabas cayendo en sus redes ya te lo avisamos. La Grom no es una motito mona sin más, sino una pequeña moto para gente libre de complejos.
Fuente: Honda Motor España