¿12 rotores? Sí, lo has oído bien. Una configuración mecánica absurdamente compleja, capaz de generar potencias teóricas propias de un dragster de alto nivel. 5.000 CV. Espero que tus pupilas estén propiamente dilatadas a estas alturas, así que solo te voy a pedir que subas el volumen de tus auriculares y te prepares para escuchar el rugido del que, posiblemente, es el motor más peculiar jamás creado.
Todo comienza en Australia, donde un fabricante de lanchas rápidas de competición decide construir un motor rotativo capaz de reemplazar a sus big-block turboalimentados de origen General Motors, cansado de su baja fiabilidad. Su solución fue crear un motor de doce rotores, absurdamente potente y absurdamente complejo. Para que os hagáis a la idea, el mítico motor 13B del Mazda RX-7 FD, sobrealimentado por turbo hasta los 280 CV, tenía solamente dos rotores. Mazda nunca fabricó motores de producción con más de tres rotores.
La magia de los motores rotativos es que son unidades modulares. Cada rotor es un motor en sí mismo, y sobre el papel, es posible unir varios rotores para crear configuraciones mecánicas de todo tipo. Sobre el papel, porque en la práctica, requiere cigüeñales a medida, además de complicados sistemas de alimentación de combustible, encendido y electrónica. Existen bastantes preparaciones con motores de tres rotores, incluso coches funcionales con motores de cuatro rotores. Estos últimos ya tienen un nivel de potencia muy, muy alto.
Hablamos de potencias que pueden rondar los 1.000 CV, y por ello, son usados en el mundo del tuning, las preparaciones e incluso el drifting – sin ser idóneos, por un coste muy elevado y una durabilidad inferior a un motor K-Series de Honda o un small-block V8 de la familia LS turboalimentado de General Motors. Más allá de los cuatro rotores, el juego pasa a ser otro, y la pregunta que se hacen los fabricantes de estos motores es, con perdón de la vulgaridad de la expresión, ¿quién la tiene más larga?
Y así es como nace un motor de 12 rotores en uve doble, con tres bancadas de cuatro rotores unidas por una cascada de engranajes común. Un motor cuyas dimensiones son similares a un big-block estadounidense, ya que iba a ser usado en una lancha rápida. Hasta que su fabricante decidió encargar a Rob Dahm su puesta a punto y modificación. Este youtuber está especializado en motores rotativos, y durante años ha construido máquinas de alto rendimiento. Y su objetivo con este motor no es solo hacerlo funcionar, si no llevarlo hasta los 5.000 CV.
Para ello lo ha sobrealimentado con dos turbocompresores Garrett de más de 100 mm de diámetro. Una absoluta barbaridad. Solo arrancar el motor ya es una tarea titánica y ha requerido usar dos motores de arranque de 24 voltios – que serán reemplazados por un motor de arranque de camión próximamente. A mayores, fue necesario crear una electrónica a medida, modificar profundamente el diseño inicial, creando una admisión y escape a medida, y modificar la sincronización entre las tres bancadas de rotores.
Si el motor no arranca, las bujías inferiores se llenan de gasolina y hay que desmontarlas para eliminar el exceso. Tras varios intentos experimentando con baterías en serie, el motor logra arrancar, humeando y con un gigantesco estruendo. Su sonido es realmente especial, y aunque solo son unos segundos, a pleno pulmón será absolutamente salvaje. No te lo puedes perder.