Justo cuando nos habían hecho creer que el motor térmico estaba condenado a desaparecer, algunas marcas de coches se han puesto manos a la obra para reinventarlo y así sortear cualquier prohibición. Porsche es uno de esos fabricantes, desarrollando no sólo combustibles sintéticos o revolucionarios sistemas híbridos, sino también un nuevo motor de 6 tiempos que podría cambiar para siempre la forma en que entendemos los propulsores a gasolina.
Porsche trabaja en un motor gasolina de 6 tiempos
En la actualidad existe una carrera entre ciertos fabricantes que busca dar vida a una nueva generación de motores de combustión interna, sobre todo gasolina, con los que poder alargar la vida de estas mecánicas y así ofrecer una interesante alternativa a la electrificación basaba en las emisiones neutrales de CO2.
En Porsche están trabajando en varias vías de forma simultánea, pero lo que no sabíamos hasta ahora es que también estaban implicados en un rediseño tan profundo de los motores de explosión. Y es que mientras un motor gasolina convencional (ciclo Otto), cuenta con cuatro tiempos (admisión, compresión, explosión y escape), el nuevo propulsor en el que trabaja Porsche redefine el ciclo Otto para trabajar con seis tiempos en los mismos 720º de giro del cigüeñal.
Gracias a las imágenes e información descubiertas en la oficina de patentes estadounidense, hemos podido conocer más sobre este nuevo propulsor del fabricante alemán, su funcionamiento y su potencial para llegar a producción. Hablamos de un diseño que se encuentra en una fase inicial de desarrollo, pero que seguirá evolucionando y que, de recibir luz verde en algún momento, podría acabar en coches como el Porsche 911.
La idea de Porsche tras este motor de 6 tiempos es extraer más rendimiento del combustible que es quemado en la cámara de combustión. Gracias a ello se puede obtener más potencia y reducir el consumo, consiguiendo además rebajar las emisiones contaminantes gracias a un rendimiento térmico superior. Todo ello es fruto de modificar el ciclo de trabajo del propulsor, añadiendo los dos tiempos extra justo entre las fases de explosión y escape.
Si bien hasta la fecha siempre se ha trabajado en la alzada y el tiempo de apertura de las válvulas para extraer el máximo rendimiento de cada ciclo de trabajo, ahora Porsche se ha centrado en el pistón, usando para ello un nuevo diseño de cigüeñal con un eje interno y móvil, que permite modificar el movimiento de la biela de forma independiente al giro del cigüeñal. Con ello se hace posible adaptar el desplazamiento del pistón dentro del cilindro en tiempo y recorido, dando vida a estos dos nuevos tiempos intermedios que permiten optimizar la combustión y la evacuación de los gases.
Sea como fuere, mientras esta tecnología llega – o no – a las calles, lo cierto es que Porsche está trabajando contrarreloj para mantener con vida al motor térmico dentro de su gama como bien demuestra el nuevo Porsche 911 T-Hybrid, y para dar una salida a todos sus coches en circulación a través de los combustibles sintéticos.
Fuente: Autoguide