Así es el motor V12 del T.50, el superdeportivo de Gordon Murray sucesor espiritual del McLaren F1

A falta de tan solo unos días de la presentación mundial del T.50, el superdeportivo de Gordon Murray con el que pretende superar el que hasta ahora es el culmen de su carrera profesional, el McLaren F1, se ha publicado todos los datos de su motor, y más interesante aún, el por qué de cada uno de sus aspectos. A continuación te contamos todos los detalles de ese Cosworth GMA V12 de 663 cv en el que Murray ha volcado toda su experiencia, y el que quizás sea por muchos años el mejor motor jamás fabricado.

El Cosworth GMA  V12, fruto de la pasión y la experiencia

Para diseñar el motor del T.50 se ha partido de una hoja en blanco, y como el propio Murray explica, eso le ha permitido poner en juego toda su experiencia (fue ingeniero en Brabham y McLaren) para desarrollarlo acorde a los criterios que él considera que debe tener el motor propio de un buen deportivo, además de contar con la ayuda y buen hacer del motorista británico Cosworth. Cobra especial importancia la musicalidad y estética del mismo, así como las sensaciones que transmite a su conductor.

La configuración elegida ha sido la de un V12 atmosférico de pequeño cubicaje, en concreto 3,9 litros, inspirado en el 3.3 litros V12 del mítico Ferrari 250 GTO. El hecho de descartar la sobrealiemntación de debe a la búsqueda de proporcionar esa experiencia acústica al conductor, para lo que también se ha implantado una serie de conducciones que canalizan el sonido del motor al interior del habitáculo, volviéndose más perceptible en función de la posición del acelerador, y no del régimen de giro, lo que ayuda a poder mantener un nivel de silencio adecuado de cara a una usabilidad diaria. Igualmente, teniendo en mente ese uso diario, y a pesar de que el par máximo de 467 Nm lo entrega a 9.000 r.p.m., es capaz de ofrecer el 71 % del mismo a tan solo 2.500 vueltas.

Por otro lado, se ha tendido hacia un propulsor lo más ligero posible para favorecer el comportamiento dinámico del coche. Para ello se ha optado por reducir la cilindrada al mínimo, así como usar aleaciones de aluminio y de titanio en el caso de válvulas y bielas, lo que ha dado lugar al V12 de calle más ligero hasta la fecha, con tan solo 178 kg. Igualmente, tanto el motor como la caja de cambios son componentes semi-estructurales, lo que quiere decir que son parte del chasis y soportan los diferentes esfuerzos fruto de las aceleraciones, giros y frenadas. De hecho, los triángulos de la suspensión van anclados a la propia carcasa de la caja de cambios. Que estos dos componentes sean semi-estructurales permite reducir peso de la carrocería, y por otro lado mantener cierto grado de confort en el habitáculo que no se daría en caso de ser 100 % estructurares.

No obstante, entre tanta pasión también hay cabida para las nuevas tendencias del sector, contando este propulsor con un pequeño motor-generador de 48 V que actúa como alternador y motor de arranque, además de proporcionar un extra de potencia de unos 50 cv en ciertas situaciones donde se demandan las máximas prestaciones.

Finalmente también se ha prestado especial atención a la estética del propio propulsor, evitando todo tipo de tapas de plástico y carbono en el vano motor, convirtiéndolo en el verdadero protagonista. De hecho, para accionar los diferentes elementos auxiliares se ha recurrido a engranajes en lugar de las típicas correas, además de ubicar cuidadosamente todos los elementos, dejando en primer plano al bloque motor, así como los colectores de admisión y escape.

La mayor potencia específica en un motor atmosférico de calle

Podríamos acabar antes si decimos que el Cosworth GMA V12 es un motor de récords, en plural. Con sus 166 cv/l se convierte en el motor atmosférico de calle con una mayor potencia específica, así como el motor con un mayor régimen de giro (12.100 r.p.m.) y con mayor velocidad en subir y bajar de vueltas (28.400 vueltas/segundo). ¿Qué significa todo eso? Pues que que además de tener la suficiente potencia (663 cv), proporciona una rápida respuesta al acelerador y emite un precioso sonido cuando estamos a punto de engranar la siguiente velocidad.

Como ya habíamos adelantado líneas más arriba, se trata del V12 de calle más ligero del mundo. Esto de debe a una combinación de factores, como su reducido tamaño, el empleo de aleaciones de aluminio en todo su conjunto, y en elementos como las válvulas o bielas de titanio. También se ha hecho un enorme esfuerzo técnico para lograr reducir la altura del cigüeñal al mínimo (85 mm, frente a los 125 mm de un motor típico de Fórmula Uno) y situarlo lo más cerca posible del fondo del cárter seco. Sumando todos esos factores nos da un peso de 178 kg y una menor altura del centro de gravedad, lo cual favorece el comportamiento dinámico del vehículo.

Como debe de ser: caja manual de seis velocidades

Sin una caja de cambios adecuada, ni el mejor propulsor del mundo puede brillar, y es por eso que se ha recurrido al especialista británico Xtrac para desarrollar específicamente un cambio manual de seis velocidades. Al tratarse de un diseño a medida se ha podido optimizar al máximo, creando una carcasa corta y estrecha que no interfiriese en la aerodinámica del efecto suelo del T.50. Así, el espesor de su carcasa, en aleación de aluminio, es de solo 2,4 mm, consiguiendo un peso de 80,5 kg.

Especial atención se ha prestado también al tacto de ese cambio, con recorridos cortos y una H estrecha. En cuanto a las relaciones de transmisión, se ha optado por una configuración cerrada para proporcionar la máxima aceleración (en quinta la relación de transmisión es 0,971:1), con una sexta velocidad enfocada a poder mantener creceros por carretera a bajas revoluciones, mejorando el consumo y sonoridad.

Especificaciones técnicas motor y caja de cambios: