Los ingenieros de Porsche se enfrentan a un gran dilema, y es que con el encargo de crear un sucesor para el Porsche 918 Spyder, no está claro si éste debería ser nuevamente híbrido enchufable o arriesgar y con ello dar el salto al coche 100% eléctrico. Se trata de una duda que rodea a numerosos fabricantes en este momento, pues con una tecnología de propulsión eléctrica evolucionando rápidamente, ambas configuraciones ofrecen grandes ventajas e inconvenientes. Además, Porsche guarda un tercer problema, y es que un motor V6 de Fórmula 1 totalmente listo espera conocer su destino.
Desde hace meses Porsche cuenta con un grupo de trabajo con el único objetivo de crear un sucesor para el Porsche 918 Spyder, ese nuevo hipercoche que debería llegar a las calles como expositor rodante. Sin embargo el momento actual es sumamente complicado, una valoración que de hecho ya hemos visto en otros fabricantes como Ferrari o McLaren, enfrentándose a un serio dilema ante la apuesta por un sistema de propulsión híbrida como canto de cisne del motor térmico, o directamente dar paso a la propulsión eléctrica con lo mejor que ofrezcan los departamentos de I+D del momento.
Porsche 918 Spyder
Tras la salida de Porsche del programa LMP1 y su apuesta por la Formula E, el sentido más lógico de este proyecto estaría en la propulsión 100% eléctrica, sin embargo las necesidades en tanto a prestaciones y peso no podrían ser cumplidas, por lo menos no hasta que no esté lista la tecnología de baterías en estado sólido. Por este motivo, el que fuese anterior equipo de Porsche para LMP1 ha recuperado el proyecto que les llevó a desarrollar un motor V6 híbrido para Fórmula 1, una mecánica que habría de servir a Porsche para su regreso a la categoría reina como motorista, pero que finalmente fue cancelado. Aquel motor, pese a no llegar jamás a ver la luz, sí que habría sido completado, pudiendo servir ahora como base para replicar la receta del Mercedes-AMG One en clave Porsche.
En resumidas cuentas, Porsche se enfrenta ahora a una difícil decisión sobre qué rumbo tomar, siendo ambos proyectos sumamente interesantes y ambiciosos. De apostar por el hipercoche eléctrico todo parece apuntar a que la colaboración con Rimac jugaría un papel crucial y podríamos ver un coche realmente avanzado, tanto por la tecnología de baterías, como por sus prestaciones – a la altura del Rimac C_TWO -. Sin embargo, si Porsche finalmente se decantase por una receta más romántica como despedida del motor térmico, podríamos encontrarnos con una reinvención del concepto del 918 partiendo de un motor V6 diseñado para F1 totalmente desarrollado. Dificíl elección sin lugar a dudas, pero si pudiéseis elegir, ¿Cuál sería vuestra apuesta para el próximo hiperdeportivo de Porsche?