Hay motores, y motores con mayúsculas. Entre los motores con mayúsculas podemos encontrar leyendas como el small-block de General Motors, el icónico RB26DETT de los Nissan Skyline GT-R o el mítico OM606 diésel de Mercedes. Sin embargo, puede que todos ellos queden eclipsados por una mecánica que responde a las siglas 2JZ. Un legendario motor desarrollado por Toyota, cuya fama de indestructible queda patente gracias a vídeos como el que os presentamos: lo que uno descubre al destripar un legendario motor Toyota, ¡con 668.000 km!
El motor 2JZ es un seis cilindros en línea de 3,0 litros de cubicaje. Se vendió en versiones GE de aspiración atmosférica y GTE, sobrealimentado en este caso por dos turbocompresores. Se produjo entre los años 1991 y 2007, y llegó a tener distribución variable VVT-i. Es un motor especialmente conocido por ser el corazón del Toyota Supra Mk4, y por soportar bestiales potenciaciones mecánicas sin necesidad de refuerzos – gracias a una enorme sobreingeniería y el uso de un bloque de hierro fundido.
Este motor, no obstante, fue usado en muchos coches más. Varios Toyota del mercado doméstico japonés lo llevaban en sus entrañas, y fue el músculo de varios Lexus, como los GS300 o los SC300. En su versión 2JZ-GE atmosférica, desarrollaba 220 CV, mientras que los 2JZ-GTE se iban a los 280 CV. En un vídeo publicado por el canal I Do Cars, el propietario de un desguace de motores nos enseña el estado de uno de estos motores, montado en un Lexus SC300 del año 1998 que llegó en estado de funcionamiento a sus manos… con 668.000 km en su odómetro.
El motor funcionaba perfectamente, pero es casi imposible vender ese motor con un kilometraje tan alto. Sin embargo, su cárter, específico al SC300, es una pieza en altísima demanda para swaps de motor. Esta es la razón por la que este motor será despiezado. Mientras va desmontando el motor, Eric descubre que el estado de sus componentes mecánicos es excepcionalmente bueno. Su interior está teñido por los vapores del aceite, algo común a cualquier motor, pero ya el desgaste de los árboles de levas es mínimo.
Las cámaras de combustión aun conservan las marcas de su mecanizado original, mostrando algo mas de desgaste en alguno de sus cilindros. Al desmontar el cárter se aprecia algo de lodo, fruto de los cientos de miles de kilómetros que el aceite ha pasado en su interior, y algún que otro cambio de aceite de duración «extendida». Sus casquillos de biela mostraban un desgaste mínimo, propio de un coche con un kilometraje muy, muy inferior. El desgaste de las muñequillas del cigüeñal es mínimo, así como el desgaste de los pistones y segmentos.
En pocas palabras, este motor ha demostrado una increíble calidad de fabricación y una durabilidad a la altura de su leyenda. No obstante, no debemos obviar que un mantenimiento escrupuloso también ha tenido mucho que ver en el excelente estado de este 2JZ.