Ford ha dicho basta a la electrificación de los deportivos y además lo ha hecho con su motor más salvaje hasta la fecha. En un momento donde todo nuevo deportivo que se presenta integra uno, dos o incluso tres motores eléctricos, el fabricante norteamericano ha dicho basta creando su obra maestra mecánica, un V8 sin rastro de electrificación que marcará un antes y un después en la historia del automovilismo.
El V8 más potente jamás fabricado por Ford
Con motivo de la presentación de la versión más salvaje y radical del nuevo Ford Mustang S650, bautizada como Mustang GTD, el fabricante estadounidense se propuso crear un coche desarrollado a medida para conseguir bajar de los 7 minutos en el circuito de Nürburgring y así poner contra las cuerdas a modelos como el Porsche 911 GT3 RS y GT2 RS.
Ford Mustang
Usando una carrocería cargada de fibra de carbono, llantas de magnesio, una estratosférica suspensión semiactiva Multimatic y una aerodinámica propia de un coche de carreras, el Mustang GTD reune todos los ingredientes para convertirse en un matagigantes. Sin embargo aún nos faltaba por conocer al corazón de la bestia, un V8 sobrealimentado nunca antes usado por ningún otro modelo de la firma del ovalo.
Ford Performance ha sido la encargada de dar vida al nuevo propulsor 5.2 V8 sobrealimentado por un compresor volumétrico, un motor profundamente evoluciono con respecto al anterior 5.2 V8 (Voodoo), tanto como para conseguir desarrollar 815 CV de potencia máxima y 900 Nm de par motor máximo. El techo de giro se ha situado en las 7.650 rpm, lo que supone un incremento de 100 rpm con respecto a su antecesor.
Gracias a este ocho cilindros y al uso de una transmisión de 8 relaciones en configuración Transaxle, el Ford Mustang GTD es capaz de alcanzar los 325 Km/h de velocidad punta, siendo las ruedas traseras las únicas encargadas de digerir toda la potencia del nuevo propulsor.
Todo ello se acompaña de un escultural escape en titanio firmado por el especialista Akrapovic, consiguiendo así generar una melodía de esas que no son fáciles de olvidar. Y si no nos crees, sólo tienes que darle al play al vídeo que tienes sobre estas líneas.