Si eres un “petrolhead” te gusta la historia de la automoción. Y si aprecias eso, también te encanta aprender curiosidades sobre motores. Esto es así. Uno muy conocido, pero bastante olvidado, es el VR6 de Volkswagen, aunque la marca alemana todavía lo usa para ciertos productos en algunos mercados donde no existen tantas restricciones con las emisiones como en Europa. Al margen de la empresa que lo desarrolló para gozo de sus clientes, hubo una decena de coches de otras firmas que también lo utilizaron. Sobre ello, precisamente, trata este artículo.
Breve introducción al propulsor VR6
El VR6 de Volkswagen es un motor de combustión interna que fue creado en 1989 y se instaló por primera vez en los modelos Passat y Corrado dos años más tarde. Funciona con gasolina y se caracteriza por una disposición original: seis cilindros en uve, pero intercalados, insertados prácticamente en la misma bancada (comparten culata) y con un ángulo especialmente estrecho: 10 o 15 grados en lugar de los habituales 45, 60 o 90, que compensan mejor las masas internas. Sin embargo, el diseño de los germanos era mucho más barato de fabricar y no se traducía en menos rendimiento.
Con cubicajes de 2,8 a 3,6 litros, diámetros de 81 a 89 mm, carreras de 90 a 96 mm, relaciones de compresión de 10:1 a 11,4:1, distribución con 12 o 24 válvulas, bloque de hierro, culata de aluminio, inyección multipunto o directa y refrigeración líquida, el VR6 entregaba entre 174 y 304 CV de potencia. Conocido por su sonido embriagador, su fuerza a partir de 3.500 rpm, su comportamiento progresivo y un consumo excesivo, este propulsor no tuvo grandes problemas de fiabilidad más allá de averías relativas a su electrónica o sobrecalentamientos puntuales. Puedes ampliar esta información aquí.
Los modelos de Volkswagen que llevaron el motor VR6
Incluyendo los citados Passat y Corrado de principios de la década de los 90, hubo una docena de modelos de Volkswagen que, en el mercado europeo, equiparon el VR6 como impulsor durante al menos una de sus generaciones de producto. Quizá el más conocido fue el Golf en sus versiones más deportivas y prestacionales, como la R32, al igual que el original New Beetle RSi. Pero obtuvo más ventas en automóviles de mayor tamaño, como el Sharan, el Multivan, el Touareg o el representativo Phaeton. También se montó en más pequeños y derivados del Golf como los Eos, Vento, Jetta y Bora.
El VR6 en 3 coches de Audi: A3, TT y Q7
Al inicio del siglo XXI, Audi tuvo tres modelos que llevaron el motor VR6. El A3 y el TT lo instalaron en su versión de 3,2 litros, 250 CV y 320 Nm, mientras que el Q7 lo hizo en una 3.6 con 280 CV y 350 Nm. Cualquiera de ellos llevaba tracción integral quattro y obtenía muy buenas cifras de aceleración.
El VR6 en 2 coches de SEAT: Alhambra y León
Para el primer SEAT León, la marca española creó una versión deportiva con tracción total y el famoso propulsor de seis cilindros, prestado por Volkswagen. En este caso, el CUPRA 4 llevaba un VR6 2.8 que rendía un máximo de 204 CV y 270 Nm, idéntico al que se puso en una versión del Alhambra.
El VR6 en 1 coche de Skoda: Superb
El único modelo de Skoda al que se le dotó del codiciado VR6 fue su berlina más grande y prestigiosa, de nombre Superb. A la segunda generación de este sedán, muy popular en Europa Central, se le concedió una versión 3.6 con alta relación de compresión que aportaba hasta 264 CV y 350 Nm. Nada mal.
El VR6 en 1 coche de Porsche: Cayenne
También hubo un solo producto de Porsche que tuvo el VR6 en su vano motor y no fue otro que el Cayenne 955, lanzado en 2002. Una vez más, como en el resto de coches que se han citado, se asociaba a tracción integral. En función de la versión, 3.2 o 3.6, entregaba 250 o 304 CV y 320 o 400 Nm.
El VR6 en 3 coches fuera del Grupo Volkswagen
Debido a colaboraciones industriales, el VR6 llegó igualmente a vehículos como el Ford Galaxy de finales de los 90 (que compartía plataforma y otros componentes con SEAT Alhambra y Volkswagen Sharan) o el Mercedes Vito W638 en su versión V280. Se vio también, con 300 CV, en el raro Artega GT.