Si los coches eléctricos todavía no son para ti y los híbridos no te transmiten las puras sensaciones que andas buscando, quizá te plantees la compra de un automóvil con sistema de propulsión tradicional, basado en un motor de combustión interna. En caso de querer uno de gasolina y altas prestaciones, seguramente temas sus consumos, susceptibles de ser muy elevados. Para tal supuesto, este breve artículo te permite comprobar cuáles son los tres impulsores de este tipo con más de 300 CV de potencia que menos combustible gastan. ¡Hay uno que te va a sorprender!
EA888 “2.0 TSI” (Volkswagen): desde 7,4 l/100 km
El motor sobrealimentado con cuatro cilindros en línea y 2 litros (1.984 centímetros cúbicos) de Volkswagen, comercialmente conocido como 2.0 TSI (TFSI en Audi), puede rendir hasta 333 CV en su tercera generación, concediéndose la versión de mayor rendimiento al Golf R en su edición 20 Aniversario, todavía a la venta. Codificado como EA888, este bloque puede encontrarse en posición transversal o longitudinal según el modelo y la plataforma en los que se instale, pero siempre será el primer caso para las puestas a punto más prestacionales.
En combinación del turbocompresor más capaz (IS38), los consumos homologados del EA888 con 300 CV o más parten de 7,4 l/100 km según el ciclo WLTP compuesto. Este ejemplo corresponde al Volkswagen Golf GTI Clubsport con transmisión automática. Otras opciones, que declaran un “mix” de hasta 9,5 l/100 km, son los Audi S3 y SQ2, los CUPRA Ateca VZ, Formentor VZ 300 y León VZ 300 o los Volkswagen Arteon R, Golf R, T-Roc R y Tiguan R, normalmente vinculados a tracción integral (son excepción el citado GTI o el León con variante de carrocería corta o compacta).
B58 “40i” (BMW): desde 7,4 l/100 km
El propulsor sobrealimentado con seis cilindros en línea y 3 litros (2.998 centímetros cúbicos) de BMW, llamado popularmente 40i al ser esta la denominación que identifica la versión de cada serie o producto en el que va montado, desarrolla actualmente una potencia máxima estándar de 333, 360, 374 o 381 CV. Reconocido a nivel técnico como B58, este motor pertenece a una familia de bloques modulares e indefectiblemente asociados a un turbo que también pueden tener 3 o 4 cilindros. Para el caso de los 3.0, se coloca de forma longitudinal.
Sorprende que un impulsor de gasolina con este cubicaje pueda tratarse de uno de los más eficientes del mercado, pero lo cierto es que el BMW M440i Coupé cuenta con un consumo medio homologado, según procedimiento WLTP, de 7,4 l/100 km (lo mismo que el Golf GTI Clubsport, pero con 300 kg más de masa). Además, desde hace pocos años, el B58 puede estar microhibridado y obtener así la etiqueta ECO de la DGT. Se equipa en otros coches de la firma bávara, como el Serie 2 Coupé, el Serie 3, el Serie 8, el X3/X4, el X5/X6, el X7 o el citado Serie 4 con otras carrocerías. Como mucho, gasta 9,6 l/100 km.
B48 “35i” (BMW): desde 7,1 l/100 km
El propulsor sobrealimentado con cuatro cilindros en línea y 2 litros (1.998 centímetros cúbicos) de BMW, más conocido como 35i al ser los números y la letra que identifican este nivel de potencia para los modelos compactos de la marca alemana, entrega un máximo de 306 CV (300 a partir de 2024). Internamente, su fabricante se refiere a él como B48 y, aunque tiene versiones de menor rendimiento, pertenece a la familia de bloques modulares que hemos mencionado antes. Desde el inicio de su producción en 2014, momento en el que sustituyó al N20, se instala transversalmente.
Famoso por su casi íntegra composición de aluminio, su turbocompresor con entrada doble o su sistema de alzado de válvulas variable, el B48 bien puede considerarse el motor de gasolina (puro) con más de 300 CV más eficiente del mundo. Sin opción a distintivo ECO, pues no puede llevar hibridación ligera, el BMW M235i xDrive Gran Coupé gasta 7,1 l/100 km, menos que cualquier coche equivalente con tracción integral. También se monta en los BMW Serie 1, X1 y X2 o en los MINI Clubman y Countryman (versiones JCW).