Si hablamos de superdeportivos creados en la República Checa, probablemente venga a la mente el más reciente Praga Bohema. Pero hacia el 1991 la compañía Tatra y Metalex se unieron para dar a luz a un coche sin precedentes en la historia del país: El MTX Tatra V8.
Orígenes de Tatra
Hablamos de uno de los fabricantes de automóviles más longevos del mundo. Se fundó en 1850 y construían carruajes de caballos. En 1891 fabricaban vagones de tren y en 1897 diseñaron el primer coche, llamado Tatra Präsident.
En 1936 desarrollaron el Tatra T97, un sedán con motor bóxer 4 cilindros refrigerado por aire ubicado en la parte trasera. Este coche inspiraría al Dr. Ferdinand Porsche a la hora de diseñar el emblemático Escarabajo.
Tatra y Metalex se unen para crear un superdeportivo
MTX (Metalex) es otra empresa Checa que fabricaba monoplazas de competición en 1969. Se asoció con la vecina Tatra para dar vida al MTX Tatra V8.
En esencia, Tatra puso el motor. Un V8 3.9 litros refrigerado por aire, que desarrollaba unos respetables 306cv e iba acoplado a una transmisión manual de 5 velocidades. No parece mucho, pero gracias al trabajo de MTX en el apartado técnico, el coche podía marcar el 0 a 100 en 5.7 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 240km/h.
El diseñador Checo Václav Král dio al MTX Tatra V8 un aspecto muy noventero. Formas redondeadas, puertas que se abren hacia arriba, faros escamoteables y una cabina adelantada. No podemos pasar por alto esos pilotos traseros que recuerdan a los del Mercedes Benz SL500.
El primer superdeportivo Checo y su final
Presentado en el Salón del Automóvil de Praga en octubre de 1991, llamó poderosamente la atención. Recibieron unos 200 encargos, pero no tenían capacidad para fabricar tantas unidades en poco tiempo. De manera que MTX optó por crear una tirada inicial de 100 coches.
Lamentablemente, solo se produjeron 5 de 100. En las primeras etapas de la producción, la fábrica de MTX fue pasto del fuego en un gran incendio. Gran parte de los medios de fabricación quedaron destruidos, lo que desembocó en que, continuar el ensamblaje, fuese inviable.
Los 5 ejemplares están repartidos por el mundo y, dicen por ahí, que uno de ellos estuvo en Italia, donde se le dio una mayor distancia entre ejes y un motor Porsche.
Como curiosidad final, mencionar que este primer y desconocido superdeportivo de la República Checa apareció, a expensas de su singularidad, al principio del vídeo musical de 34 minutos de la canción “Runaway” de Kayne West.