Los inicios del siglo XXI fueron una época maravillosa si lo tuyo era el tuning. Las películas de «A Todo Gas» marcaron un punto de inflexión, lanzando el tuning al centro de la cultura popular. En Estados Unidos el tuning nunca dejó de existir, mientras que en España fue languideciendo en cuanto las ITV se pusieron serias con las homologaciones. Sea como fuere, el protagonista de hoy pertenece a otra época. Es un one-off basado en el Honda S2000 y producido por Mugen, bajo el sugerente nombre de SS2200. Así fue el único Honda S2000 monoplaza.
Mugen es un preparador especializado en Honda, y desde hace años, cuenta con un estatus prácticamente oficial – Honda incluso respeta la garantía oficial tras la instalación de componentes Mugen. A principios del siglo vivió un auge económico tremendo gracias a la popularización del tuning a gran escala, e incluso se permitió llevar a cabo proyectos como el que os presentamos en este artículo. El Mugen SS2200 era un monoplaza de diseño retrofuturista, que anticipaba un monoplaza que nunca llegó a fabricarse.
En el fondo, dudo que fuese mucho más que un ejercicio de diseño, cuyo objetivo era llamar la atención del público y la prensa especializada. Este one-off fue presentado en el Tokyo Auto Salon del año 2000, hace ya la friolera de 21 años. Aquél salón estaba especializado en vehículos preparados, y la estrella de Mugen fue uno de los puntos álgidos del año. Lo más llamativo del coche era el carenado de su habitáculo y la instalación de un arco antivuelco de color rojo, protegiendo únicamente al conductor, único ocupante del coche.
El volante era de nueva factura, así como la instrumentación, que pasaba a ser analógica y resultaba similar a la de una motocicleta. El asiento del conductor era reemplazado por un baquet de gran sujeción lateral. El resto del coche estaba repleto de piezas Mugen que podrían instalarse en coches de calle, como por ejemplo un capó cuajado de entradas de aire, un gigantesco spoiler trasero fijo y un paragolpes trasero de nuevo cuño. Muchas piezas se pudieron encontrar poco después en los Honda S2000 «SS style» de Mugen.
Personalmente, me quedo con sus llantas MD-F de 18 pulgadas. Llantas de estilo retrofuturista que llegaron a venderse públicamente y que o bien odias, o bien amas. Los faros fueron parcialmente ocluidos, al igual que los pilotos traseros, haciendo que el coche pareciese salido de un manga de carreras del futuro. Mugen sometió al S2000 a una estricta dieta de adelgazamiento, que llevó su peso a sólamente 953 kilos. A mayores, potenció su motor F20C hasta los 258 CV, un incremento de 11 CV con respecto a los 247 CV del S2000 japonés.
Para hacerlo elevaron su cilindrada hasta los 2,2 litros, instalaron pistones forjados ligeros y retocaron la electrónica del propulsor. El resultado era que el 0 a 100 km/h pasaba de los 6,2 segundos del coche de producción a sólamente 5,0 segundos, ganando en respuesta y entrega de potencia. Mugen nunca lo produjo en serie, pero Mugen incluso volvió a revisitar su idea en 2007, cuando presentó el Mugen S2000 Open-Top Pure Sports – con carrocería biplaza, en vez de monoplaza. ¿Os habíamos dicho lo mucho que echamos de menos el Honda S2000?