Tráfico quiere acabar de una vez por todas con el consumo de alcohol y drogas al volante como demuestra el Plan Verano, poniendo además especial énfasis en las drogas dado su mayor crecimiento y la brecha que existe entre alcohol y drogas en materia de sanciones por la vía judicial. Por este motivo, la Fiscalía de Seguridad Vial ha mandado una instrucción a Guardia Civil, policías autonómicas y locales para realizar un análisis más profundo de los sospechosos de conducir bajo los efectos de las drogas para que, además de los test que ya se realizan, los conductores sean grabados y examinados para determinar el posible delito.
Pese a que el endurecimiento de la ley y la cada vez mayor presencia de controles antidroga está poco a poco concienciando a la sociedad, todavía existe mucho camino por recorrer. Prueba de ello es que en 2018, de las 53.173 condenas dictadas por conducir bajo los efectos de alcohol o drogas, tan solo 200 se referían a drogas, lo que deja bastante claro que existe una brecha entre consideraciones que permite que el consumo de drogas rara vez sea juzgado por la vía penal.
Conducir bajo los efectos de las drogas supone en la actualidad la detracción de 6 puntos y una multa de 1.000 euros. A partir de ahora, los agentes con competencias de tráfico contarán con un acta de signos externos con la que se procederá a realizar una serie de pruebas y consideraciones sobre el estado del conductor. De este modo el agente contará con alrededor de 70 parámetros para determinar el estado del conductor, un examen que después formará parte de la denuncia. Este análisis que complementará la prueba ya estandrizada del test de saliva, tendrá en cuenta desde la sudoración del individuo, hasta problemas para hablar, dilatación de pupilas, dificultad para caminar en línea recta, etc.
Junto al levantamiento de este acta, el agente también podrá grabar imágenes del sospechoso como parte del análisis al que esté siendo sometido. En la actualidad la grabación de imágenes ya está permitida en tanto a su capacidad para aclarar los hechos. Estas imágenes formarán parte de la denuncia, ofreciendo un conjunto de pruebas más completo y exhaustivo que aclare el objeto de la denuncia contra el conductor. Esta nueva metodología permitirá que, además de la sanción administrativa, la infracción también sea juzgada por la vía penal, aunque tendrá que ser un juez quien determine la presencia, o no, de delito.
Fuente: RTVE