Las sanciones puedes ser justas e injustas, pero también absurdas. Si piensas que el castigo de hasta 80 euros que puedes recibir en España por salpicar a un peatón entra dentro de este grupo, te sorprenderás (igual que me ha pasado a mí) cuando sepas que en algunos países está prohibido transportar determinados kilos de patatas o viajar en el asiento del copiloto si te has pasado de copas. Estas son algunas de las multas más surrealistas.
Comenzamos este repaso con una recopilación rápida de sanciones descabelladas. En Suiza te pueden multar si haces demasiado ruido al cerrar la puerta del coche: no quiero imaginar qué sucederá con aquellos modelos equipados con un escape Akrapovič. En Chipre, por ejemplo, no puedes beber ningún líquido al volante: ni agua. Si quieres hacerlo debes parar el coche.
Hablando de la ingesta de líquidos: en Macedonia está prohibido ocupar el asiento del copiloto si estás bajo los efectos del alcohol así que si alguna vez viajas hasta allí pide, amablemente, a tus acompañantes que pasen a la fila de atrás. Si cruzamos el charco rumbo a Arkansas no podremos tocar el claxon a partir de las 21:00 horas y en California tampoco podremos circular vestidos con un albornoz: ¿a quién se le ocurriría conducir así?
Las puertas y las ventanillas en Australia
En el mundo de las multas surrealistas hay un país que destaca especialmente por encima del resto: Australia. Las sanciones por ir demasiado lento o por viajar con una mascota en el regazo son comprensibles, pero ¿sabéis que si aparcáis el coche y no lo cerráis os pueden multar? En estados como Queensland, South Australia Victoria, ACT y Northern Territory te sancionan si te alejas diez metros de tu vehículo y no has puesto el seguro. Lo mismo ocurre con las ventanillas bajadas.
Y, por cierto, si eres una persona algo despistada ten cuidado con dejar las llaves puestas por error: las autoridades pueden interpretar que el coche está descuidado o abandonado… y te pueden poner una multa de 545 euros.
La ley de las patatas
Estas sanciones tienen una considerable dosis de extravagancia, pero no llegan al nivel de la norma que prohibía transportar más de 50 kilos de patatas en todos los estados y territorios de Australia. Aunque fue derogada gradualmente, en algunas zonas estuvo vigente hasta mayo de 2021.
El 1946 se promulgó la Ley de Comercialización de Patatas que prohibía vender, comprar, recibir, entregar y transportar más de 50 kilos del citado tubérculo. Sólo podían rebasar este límite los miembros de la Potato Corporation o un agente autorizado por esta organización. Los infractores podían ser sancionados con multas que iban desde los 1.785 euros por la primera infracción hasta los 4.460 si era reincidente. Y los agentes no necesitaban una báscula para saber si llevaban 49 o 51 kilos: lo estimaban a ojo.