Si te gustan mucho los coches seguramente sepas de la existencia de los museos que varias marcas de automóviles poseen en Europa, habitualmente cerca del lugar donde nacieron. Algunos de los más famosos (y espectaculares) son el de BMW, en Múnich; el de Porsche y el de Mercedes-Benz, ambos en Stuttgart; el de Ferrari, en Maranello; el de Alfa Romeo, en Arese; o el de Peugeot, en Sochaux. Sin embargo, hay una firma de origen japonés, conocida tanto por su volumen de ventas a escala global como por su presencia histórica en el mundo de competición, que también cuenta con una sala de exposiciones en el Viejo Continente.
Se trata de Toyota, una empresa que, no menos prestigiosa que otras mencionadas con anterioridad, dispone de su propio museo Gazoo Racing desde hace unos meses, pues su inauguración tuvo lugar en mayo de 2023. Está ubicado en Colonia, una ciudad al oeste de Alemania, y su colección alberga una gran cantidad de vehículos de carreras originales con los que este fabricante ha competido en distintas disciplinas y categorías desde 1973 hasta nuestros días. Eso sí, las visitas se realizan de forma grupal, limitada y previa reserva en fechas concretas, de modo que no siempre está abierto al público. El “tour” en cuestión, que es guiado, está pensado para 24 personas y cuesta 420 euros, de modo que el coste por individuo es de 17,50, bastante asumible.
Un paseo entre joyas de cuatro ruedas… en una ciudad que merece la pena ser vista
La experiencia que ofrece el Toyota Gazoo Racing Europe Museumtouren (su nombre oficial) es, básicamente, un baño mágico en la historia del Motorsport a través de una compañía que, desde hace exactamente medio siglo, apuesta con fuerza por participar en diferentes competiciones de automovilismo, pequeñas o internacionales, con fines muy mercadotécnicos. Pero al margen de esta estrategia corporativa con un medio tan apasionante, fruto de la filosofía y los gustos de su exdirector ejecutivo (Akio Toyoda, nieto del fundador), estas instalaciones suponen un sueño para quienes aman este tipo de máquinas, algunas de las cuales han sido sumamente exitosas.
La exclusividad y privacidad que envuelve la visita al museo lo hace más especial, pues resulta complicado cruzarse con muchos turistas que impidan fotografiar los coches o escuchar con claridad las explicaciones de los expertos. Además, cada “tour” tiene una duración determinada de 90 minutos, ideal para organizar un viaje al municipio donde se encuentra este “garaje sagrado” y 100% nipón. Al fin y al cabo, Colonia es uno de los rincones más bonitos, aunque poco conocidos, de nuestras latitudes. Poder observar su catedral gótica y un TS050 Hybrid ganador de Le Mans en la misma tarde no tiene precio. ¿Sabes que todas las piezas expuestas se encuentran en el mismo estado en que finalizaron sus últimos pilotajes? ¡Ni siquiera han sido limpiadas!