Con el incremento de precios del diésel y la gasolina, ¿cuántos consejos hemos recibido y hemos dado para mitigar el impacto de esa subida? La lista es extensa y uno de esos puntos está protagonizado por las ruedas: hemos aprendido que la presión afecta al consumo de nuestro coche, pero ¿sabes que existe un tipo de neumáticos, los de baja resistencia a la rodadura, que también te pueden ayudar a ahorrar en combustible?
¿Qué es la resistencia a la rodadura?
Antes de dar cifras es necesario saber qué es la resistencia a la rodadura: como su propio nombre indica, es la resistencia que experimenta el neumático al rodar sobre una superficie. Explica Michelin que cuanto mayor sea, más energía es necesaria para superarla. Por esta razón, influye directamente en la vida útil de las ruedas y en el consumo de nuestro coche: un incremento del 30% en esa resistencia se traduce en un aumente del 3-5% en el consumo.
Las causas de la resistencia de los neumáticos a la rodadura son las deformaciones de la goma y la fricción con el suelo. Tenemos que tener en cuenta, además, los elementos que influyen en esa resistencia: los materiales empleados, la fabricación, el dibujo, el ancho, el diámetro y la presión.
La necesaria resistencia
Teniendo en cuenta que cuanto mayor sea la resistencia a la rodadura, mayor energía se necesita… podemos llegar a pensar que disminuyendo el primer factor conseguiremos el mismo resultado con el segundo.
La clave está en que esa resistencia es necesaria porque parte de ella procede de la fricción entre el asfalto y la rueda: esto genera tracción, la fuerza que genera el movimiento necesario para que los neumáticos rueden y no roten sobre un punto. A esto hay que añadir que el agarre es fundamental para la seguridad del coche.
Eliminar la resistencia a la rodadura de la ecuación es, por lo tanto, imposible. Lo que sí podemos es minimizar su pérdida de energía por calor. ¿Cómo? Con los neumáticos de baja resistencia a la rodadura: están diseñados para reducir esa disipación y, así, ahorrar combustible.
El ahorro
Apuntábamos antes que la resistencia a la rodadura influye en el consumo del coche, pero ¿cuánto? Alrededor de un 20% en los coches de combustión y también tiene efecto en la autonomía de los coches eléctricos. Y ahora que, por fin, hemos empezado a hablar de cifras llegamos al ‘quid’ de la cuestión: ¿cuánto podemos ahorrar con unos neumáticos de baja resistencia a la rodadura?
Cada marca da unas cifras, pero, en general, podemos hablar de 0,5 litros cada 100 kilómetros. Michelin, asegura, que con su compuesto se puede ahorrar alrededor de 0,21 litros de combustible cada 100 kilómetros y unos 80 euros en la vida media del neumático (unos 35.000 kilómetros). Para los coches eléctricos supone un aumento del 7% en su autonomía: 30 kilómetros para un rango estimado de 400 kilómetros. Dunlop, por su parte, habla de un 7,5% que se traduce en 300 euros de ahorro a lo largo de la vida media de las ruedas para un coche que consume, de media, 8 l/100 km.
Y, por último, las emisiones del coche también notan el efecto de los neumáticos de baja resistencia a la rodadura: podemos llegar a reducirlas en unos doce gramos cada cien kilómetros realizando, así, una conducción más ecológica.