La cuestión de los SUV camperos parece estar en la mesa de diferentes fabricantes de cara a los próximos años, como hemos visto en meses recientes. Ya sea como SUV más pequeño o más grande, con motor de gasolina o motorizaciones híbridas y eléctricas, la idea de combinar la comodidad de un SUV con capacidades todocamino (hablar de todoterreno ya es otra cosa) existe. Ahora bien, ¿puede realmente un enorme SUV defenderse fuera de la carretera? He aquí la respuesta.
Nissan Armada 2025, el hermano del Infiniti QX30 más todoterreno de lo que parece
Hemos hablado ya de la nueva versión del Nissan Armada, el SUV aspiracional que se vende en Estados Unidos y se renueva con grandes novedades. Se sitúa por encima del Nissan Kicks (el que reemplazó allí al Juke), el Rogue, el Pathfinder y el Murano (dos modelos que antaño se podían ver en el mercado europeo) además del Ariya eléctrico que conocemos. Además, Nissan vende allí varios modelos de pick-ups, como el Frontier y la Titan, además de deportivos puros como el Z y el legendario GT-R, que sobrevive en Estados Unidos así como en Japón.
No es un modelo barato, partiendo desde los 56.520 dólares, unos 53.522,46 € al cambio. Las versiones tope de gama, Platinum y Platinum Reserve, se parecen más a un Infiniti que a un Nissan (es decir, al Infiniti QX80), con tracción 4×4 inteligente, un acabado de lujo en los asientos con función masaje y el salpicadero con tonos carbón, castaña y avellana. Lleva además refrigeración biométrica con infrarrojos, suspensión neumática adaptativa, conducción manos libres ProPILOT Assist 2.1 y cuadro de mandos y pantalla multimedia de 14,3 pulgadas.
Ahora bien, para quien busque un todoterreno real Nissan ofrece el Armada en su versión PRO-4X con tracción total de serie, siendo la primera vez que el Armada equipa este acabado. Cuenta con chasis de largueros y travesaños así como diferencial trasero con bloqueo electrónico (además del bloqueo del diferencial central como las otras versiones 4×4), además de la suspensión neumática adaptativa, llantas de 20 pulgadas (en vez de hasta 22 pulgadas como los Platinum). Con la suspensión elevada al tope, unos 5,3 cm, sus cotas son las siguientes:
Cotas | Valor |
---|---|
Altura libre al suelo | 24,38 cm |
Ángulo de ataque | 33,0 grados |
Ángulo ventral | 25,5 grados |
Ángulo de salida | 24,5 grados |
Cuenta con bloqueo electrónico de diferencial trasero, además de central
La suspensión puede cambiar de altura, rebajándose para mejorar su aerodinámica en autopista o elevarse hasta 5,3 cm, además de contar con 8 modos de conducción (Standard, Eco, Sport, Tow, Snow, Sand, Rock y Mud/Rut). También cuenta con control de descenso en pendientes y un display off-road que muestra un inclinómetro, indicador de deslizamiento y ángulo de dirección. También cuenta con función de capó invisible y vista 3D, como hemos visto en otros modelos de Nissan.
Nissan afirma además que el nuevo Armada cuenta con una rigidez torsional 25% mayor y una rigidez lateral 57% mayor con respecto al modelo saliente. Sin ser un todoterreno puro y duro, por concepción, utiliza una caja automática de 9 velocidades con levas en el volante. En el exterior, el PRO-4X es distinguible por su aspecto off-road, además del acabado bitono que comparte con los Platinum y Platinum Reserve.
¿Puede cumplir como SUV campero?
Queda claro que, con ese chasis, esas cotas y bloqueo electrónico de los diferenciales central y trasero, puede defenderse como todoterreno – aunque el peso juega en su contra, ya que hablamos de más de 2.500 kg en vacío, variando según versión. Para verlo como SUV campero parecería casi una locura, teniendo en cuenta que las ideas de SUV camperos más recientes han venido de coches más pequeños, como los Hyundai Inster Cross o Initium, pequeños todocaminos (uno eléctrico y otro de pila de hidrógeno).
Ahora bien, no sería ni siquiera el único que intenta esta fórmula con un siete plazas. Ya lo ha hecho Kia en tiempos recientes, mostrando una variante de su EV9 llamada EV9 ADVNTR con un look más robusto (igual que el Armada PRO-4X frente al resto de la gama) y una carrocería 7,62 cm más elevada. Aunque uno sea eléctrico y otro de gasolina, demuestra que las marcas están pensando en este concepto cada vez más: la idea de mezclar aventuras fuera de carretera con la comodidad de marcha de un SUV.
En Estados Unidos se vende por unos 69.828 €
El PRO-4X es además la única variante con 4×4 que sólo se vende con esta configuración, mientras que el resto de la gama se ofrece o bien con tracción trasera o bien con la tracción total inteligente. Se oferta en Estados Unidos por 73.740 dólares, unos 69.828,88 € al cambio. A modo de referencia, el Toyota Land Cruiser, siendo más pequeño, es un todoterreno 4×4 puro con un 2.4 de 4 cilindros híbrido que parte en Estados Unidos desde los 56.450 dólares (53.455,93 €) de la versión 1958 con bloqueo de diferencial central y trasero.
También hay que tener en cuenta la cuestión de que se trata de un siete plazas de corte muy cercano al premium (sobre todo en los acabados Platinum Reserve, prácticamente un QX80), por lo que el peso juega en su contra a la hora de sus aptitudes off-road. Pese a ello, no deja de ser una opción interesante que los amantes del off-road agradecerían en Europa.