El pasado jueves 16 de diciembre pasará a la historia del automóvil español como el día en el que Nissan echaba definitivamente el cierre de sus fábricas en Barcelona, siendo una pick-up Nissan Navara color blanco el último modelo la firma japonesa producido en las instalaciones catalanas, todo ello días antes que también tuviese lugar la finalización de la producción de la furgoneta eléctrica Nissan e-NV200.
Con ello Nissan ha puesto fin a una historia que comenzó a principios de los ochenta con la compra por parte de los japoneses de un paquete de acciones de Motor Ibérica y con el inicio de la fabricación del Nissan Patrol en 1983, un robusto 4×4 que aún sigue siendo rodando en los pueblos españoles y que se convirtió en el primer coche japonés producido en el Viejo Continente. Una historia que se ha extendido a lo largo de 38 años, 15 modelos diferentes y que tiene como resultado 3.345.000 unidades.
En Nissan Motor Ibérica se han fabricado varios modelos icónicos de nuestra cultura
No obstante, la historia de las fábricas de Nissan en Barcelona se remonta a 1923 cuando Ford abrió una fábrica en el 149 de la Avenida Icaria del Poblenou de Barcelona que se vio obligada a abandonar a consecuencia de la Guerra Civil. Tras la contienda dichas instalaciones tendrían la misión de ayudar a recuperar la economía española motorizando a una España herida fabricando camiones y furgonetas Ebro o tractores Massey-Ferguson, entre otros, todo ello bajo el amparo del Estado como Motor Ibérica desde 1954.
Así pues, en 1967 Motor Ibérica se mudó hasta la Zona Franca de Barcelona dando lugar a las actuales instalaciones de Nissan, y en las que se han fabricado modelos tan míticos de la marca japonesa como el mencionado Patrol durante 18 años, el Nisstan Terrano II, otro verdadero icono de la España rural, o las furgonetas Vanette y Serena. Pero esos no son los únicos Nissan producidos, sino que también han salido de la instalaciones catalanas el todoterreno Pathfinder, la furgoneta Primastar o el eléctrico Leaf.
El futuro de 3.000 empleados aún sigue sin concretarse
Sin embargo, la cara más amarga de todo esto es que el futuro de las 3.000 personas que trabajan en las tres fábricas de Nissan (Zona Franca, que corresponde a las líneas de producción, Sant Andreu de la Barca, dedicada a la fabricación de bastidores y suspensiones y Montcada i Reixac, donde se producen piezas de estampación) aún no se han concretado.
Sólo unos días antes de que esa Navara color blanco saliese la fábrica de Nissan se daba prácticamente por hecho que Great Wall se quedaría con las instalaciones de la Zona Franca, pero recientemente se han roto las negociaciones con el Gobierno dejando en el aire los 1.600 empleos prometidos, aunque aún quedan alternativas como el hub de electromovilidad liderado por la firma española QEV Technologies o el proyecto del Grupo PUCH que preveía una inversión de 650 millones y la creación de hasta 2.000 empleos, y que a pesar de todo, se quedó de suplente en el banquillo.