Es un coche mítico. Lo fue. Lo es. Y lo será. El Nissan GT-R, conocido también popularmente como Skyline durante algunas generaciones, es un icono del mundo del motor. Es la definición de deportivo ultracapaz al estilo japonés. Pero se enfrenta a su último baile. El coche se despedirá pronto por culpa de las regulaciones. Y aunque nunca lo tendrás, así es como lo puedes «conducir» ahora mismo.
Un motor twin turbo y un dominio absoluto de la conducción
En la vida real, el GT-R ha sido un referente en el mundo del automovilismo desde los años 60, desde su primer modelo de Skyline que arrasó en las competiciones japonesas, hasta el mítico GT-R R32, conocido como «Godzilla» por su temible presencia en las pistas y carreteras.
Nissan GT-R
Los GT-R siempre han simbolizado la tecnología punta nipona: motores twin-turbo, tracción total inteligente y un equilibrio que lo hicieron un coche imbatible en las curvas. No es solo potencia, es un coche que también sabe cómo domar esa potencia.
El Nissan GT-R R32 destacó por su revolucionaria tracción total ATTESA E-TS, que permitía un control preciso del reparto de potencia entre las ruedas delanteras y traseras, algo que lo hacía especialmente eficaz en curvas cerradas. Además, su motor RB26DETT, un seis cilindros en línea biturbo de 2,6 litros, era capaz de generar una potencia que podía superar los 500 caballos con ligeras modificaciones.
La evolución del Nissan GT-R
El GT-R R34, por otro lado, llevó el concepto de tecnología aplicada al rendimiento al siguiente nivel con la incorporación del sistema Super-HICAS, una dirección trasera activa que mejoraba la agilidad del coche en tramos rápidos y sinuosos.
Pero los tiempos cambian. Las regulaciones cada vez más estrictas en cuanto a emisiones y consumo están forzando la desaparición de deportivos como el GT-R. Modelos que, por muy eficientes que sean para su categoría, no encajan en un futuro que se mueve hacia la electrificación y hacia una movilidad más sostenible.
Así que, mientras Nissan decide cómo adaptar su legado a este nuevo panorama, el GT-R se prepara para despedirse de las cadenas de producción.
Gran Turismo 7: el escenario del último baile
Gran Turismo 7 ha actualizado su garaje con uno de los coches más legendarios que han surgido de Japón. El Nissan GT-R está disponible en el simulador para permitirnos experimentar lo que millones de fans de los coches de altas prestaciones nunca podremos hacer en la vida real: sentir la precisión de la máquina japonesa y sacar el máximo partido a su rendimiento sin jugarnos la vida.
Gracias a los avances en simulación, podemos disfrutar del GT-R con todos sus matices: desde el sonido profundo del motor V6 biturbo, hasta un comportamiento personalizable para adaptar el coche a nuestra forma de pilotar.
Llevo jugando a Gran Turismo desde su primera generación. La saga, creada por Polyphony Digital bajo el amparo de Sony, tiene fuertes raíces japonesas. Y Nissan siempre ha tenido un papel protagonista en el título. Precisamente el Nissan GT-R fue el protagonista del largometraje que llegó a los cines con el mismo nombre: Gran Turismo.
Si no eres un afortunado que pueda permitirse un Nissan GT-R, ahora mismo Gran Turismo 7 es la mejor forma de conducirlo y entender por qué es un coche tan extremadamente diferencial. Solo tienes que compararlo con el comportamiento de otros coches de su nivel en carrera.
La leyenda continua viva en la pista de baile virtual
El simulador no sustituye a la experiencia real, pero es lo más cercano que se puede conseguir sin arruinarse en el intento o enfrentarse a la ley. Además, es una forma segura y responsable de acercarse al mundo de la alta velocidad, de aprender las técnicas de conducción necesarias para domar una máquina como el GT-R, y de sentir la esencia de un coche que, aunque no puedas tener en tu garaje, puede estar siempre en tu consola.
El simulador de Polyphony Digital rinde homenaje a la saga GT-R, permitiendo a los jugadores vivir su historia a través de cada versión disponible. Desde el primer Skyline GT-R hasta el último R35, cada modelo tiene algo que contar: la evolución de un concepto que siempre ha perseguido la perfección en el equilibrio entre potencia y control.
Este es el último baile del Nissan GT-R en nuestras carreteras, pero gracias a los simuladores, la pista de baile sigue abierta. Si además te haces con algo de equipo de simulación (por no demasiado puedes hacerte con un Logitech G29 o un Thrustmaster T-GT II) la experiencia es todavía más realista. Puedes sentarte frente a tu volante, encender la consola y, aunque solo sea de forma digital, vivir la experiencia de ser parte de la historia del automóvil japonés.
