Nissan ha acudido al Salón de Tokyo con las pilas muy cargadas. Tras presentarnos al nuevo Nissan Leaf hace solo unas semanas, nos presentan ahora el Nissan IMx Concept. Este prototipo es la visión de futuro de la marca japonesa, el crossover eléctrico del mañana. Es una máquina de altas prestaciones, con capacidades autónomas y una autonomía máxima de unos 600 km. Su diseño recurre a los trazos estrenados en el Nissan Leaf, y los transporta a un formato crossover de carrocería más voluminosa y elevada. ¿Qué otras novedades esconde este futurista prototipo de Nissan?
En primer lugar, detalles muy interesantes como una nueva plataforma para vehículos eléctricos. Una plataforma de fondo completamente plano, que permite crear un habitáculo muy amplio y diáfano. Este packaging permite que el espacio tanto para carga como pasajeros sea muy grande. En este fondo plano se esconde una nueva batería de alta densidad energética, de la que la nota de prensa apenas nos da detalles. Esta batería permite al Nissan IMx Concept disfrutar de una autonomía teórica de 600 kilómetros. De esta batería beben electrones dos motores eléctricos de alta potencia.
Cada uno de estos motores están situados en cada uno de los ejes del vehículo, otorgándole una tracción integral permanente. La potencia total del sistema es de 320 kW – 435 CV para los que preferimos esta unidad – y su par máximo es de unos muy considerables 700 Nm. Otra de las innovaciones o más bien ideas de futuro de este prototipo, es que se convierte en parte de una «infraestructura social». Nissan nos pone un ejemplo: tras dejar a su dueño en el aeropuerto, el Nissan IMx se aparca por sí mismo, y vuelca parte de la energía de su batería a una red local, ya sea doméstica o pública.
El coche será capaz de conectarse a acumuladores de corriente y redes domésticas mediante un inversor de corriente. Como hemos mencionado de pasada, será un crossover autónomo: el sistema ProPilot ha aumentado sus posibilidades y posee un nivel de autonomía superior. Es un coche capaz de conducir por sí mismo: cuando activamos el sistema ProPilot, el volante se ocluye en el salpicadero y sus cuatro asientos se reclinan para que sus dueños disfruten del viaje. Si alguien quiere tomar el control del vehículo, puede hacerlo de forma fluida y sencilla con solo ordenárselo al vehículo.
A nivel de diseño, Nissan afirma que este crossover de altas prestaciones sigue las filosofías de diseño tradicionales japonesas. Combina los conceptos de ma y wa, que siginifica quietud y movimiento. En los asientos y reposacabezas encontramos patrones llamados katanagare y kumiki, presentes en puzzles de madera tradicionales. La madera que envuelve la pantalla OLED del salpicadero también es un guiño a la tradición japonesa, al igual que los acentos de color bermellón, inspirados en los kimonos japoneses. Nosotros nos quedamos con su exterior agresivo y unas originales llantas de gran tamaño y cuatro palos.
¿Está Nissan pensando en lanzar un crossover eléctrico? De ser así, la versión de producción será mucho más comedida y sensata, además de menos potente. Pero está claro que sus rasgos básicos están aquí, y sería el segundo integrante de una interesante familia de cero emisiones liderada por el Nissan Leaf. Sólo esperamos que no haya tanta diferencia con respecto a los prototipos, como ocurrió en el caso de los Leaf.