La verdadera belleza de la cultura del automóvil es su riqueza y diversidad. Algunos están enamorados de los camiones «dekotora» japoneses, mientras que a otros les da por el stance, pero centrado solo en coches del bloque soviético. Son dos ejemplos extremos, pero si ponemos el foco en Oriente Medio, descubriremos una escena joven y vibrante, donde el drifting y las carreras de aceleración reinan sobre otras disciplinas. Si nos centramos en países como los E.A.U., Qatar o Bahrein, descubriremos el fetiche local: Nissan Patrol absurdamente potentes y rápidos.
Son una obsesión nacional en emiratos como Dubai. Algunos de esos robustos 4×4 emplean motores turboalimentados de 2.000 CV y compiten en eventos de aceleración consistentes en ascender lo más rápidamente posible una tremenda duna. Otros Patrol prefieren la aniquilación de supercoches europeos y muscle cars americanos en carreras de aceleración. Es una locura… y nos encanta. Para comprender esta fascinación y necesidad de velocidad, debemos volver al pasado. Antes de los 90, los estados del Golfo Pérsico no eran tan lujosos ni tan ostentosos.
La gente todavía vivía del ganado y la pesca, y solo unos pocos elegidos podían clasificarse como ricos. Para la mayoría de la gente, un coche seguía siendo un lujo. Cuando pudieron pagarse un coche, optaron por robustos todoterrenos y SUV japoneses, vehículos que podían hacer frente al duro clima del desierto y sus amenazadoras dunas. Bien entrada la tercera década del siglo XXI, la mayoría de estos países están nadando en dinero. Sin embargo, aún aprecian sus 4×4 japoneses, máquinas confiables que estuvieron a su lado durante los tiempos más difíciles.
El Nissan Patrol nació en Japón en los años cincuenta, y al igual que el Toyota Land Cruiser, era un vehículo todoterreno barato inspirado en los Jeep estadounidenses. Básico, diseñado para los entornos más desafiantes del mundo. El Patrol eventualmente se convirtió en un SUV cómodo y grande, sin perder sus habilidades todoterreno, siempre y cuando nos olvidemos del actual Nissan Patrol, un Infiniti hinchado, suavizado y sin carácter. Los años 80 y 90 fueron particularmente buenos para los vehículos todoterreno, y las Nissan Patrol vivieron su particular era dorada.
Su estructura de largueros y travesaños, sus bloqueos de diferenciales, su reductora y sus potentes motores los hacían imparables fuera de la carretera. Hoy en día, son clásicos apreciados. En el caso de Oriente Medio, porque son un excelente punto de partida para los adictos a las preparaciones de altos vuelos. Piensa en ellos como el Toyota Supra de los 90 del mundo todoterreno. Los Supra tenían su legendario motor 2JZ-GTE. Los Patrol tenían un motor llamado TB48. Un gigante de 4.8 litros con aspiración natural de seis cilindros en línea.
Su bloque era de hierro fundido y estaba construido a prueba de todo tipo de perrerías. Es un motor capaz de soportar abusos todos los días y funcionar sin contratiempos después de años y años de maltrato. El motor TB48 fue montado en los Nissan Patrols Y60 e Y61, las dos generaciones que importan a efectos de este artículo. El Y61 es una evolución del Y60, que personalmente prefiero por su aspecto cuadrado y su estilo ochentero. Ahora bien, para crear monstruos capaces de hacer un cuarto de milla en nueve segundos, se necesita mucha potencia.
Reciben nuevos árboles de levas y un enorme turbocompresor, que sopla a presiones superiores a los 2,4 bar, sin que a sus componentes internos de fábrica parezca importarles. De fábrica desarrollan 260 CV, pero superan los 1.000 CV en «configuración de carrera». Con refuerzos internos, estos motores pueden desarrollar potencias de más de 2.000 CV. Y para muestra un botón, el Patrol más rápido del mundo consigue acercarse a los ocho segundos en el cuarto de milla. Su motor TB48 de un solo turbocompresor lo propulsa de forma rápida y violenta.
Otro ejemplo del ingenio de Dubai cuando se trata de coches de alto rendimiento es el Nissan Patrol de F Performance. Apareció en The Grand Tour, y la forma en la que «aniquiló» al Porsche 918 Spyder de Richard Hammond resulta increíble.
Este Patrol en particular todavía tiene las comodidades del coche de producción y un aspecto realmente discreto. Solo sus slicks de drag racing podrían delatarlo. Nadie sospechaba que bajo su piel se escondía el tren motriz de un Nissan GT-R – y uno extremadamente preparado. Estos coches nunca fueron diseñados para carreras de aceleración, pesaban más de dos toneladas y aun siendo relativamente potentes, era difícil que bajasen de los 10 segundos en el 0 a 100 km/h.
Aunque tiene más de 1.900 CV, es coche «tibio» en comparación con los verdaderos reyes de los Emiratos: los Patrol especialmente diseñados para campeonatos de ascenso de dunas. Las reglas de los ascensos de dunas son simples: el que más rápidamente suba una duna de 100 metros de altura y 45 grados de inclinación es el ganador. El deporte atrae a grandes multitudes en los Emiratos Árabes Unidos y sus campeones son verdaderos héroes. Piensa en esta disciplina como una especie de NASCAR del Medio Oriente – solo hay que reemplazar el alcohol y las chicas con ropa ligera por hombres con túnicas blancas y muchos SUV blancos. Sin apenas reglas, es común ver Nissan Patrol con motores Chevrolet LS alimentados por metanol, con turbos del tamaño de ollas a presión. Una característica común es que emplean lubricación por cárter seco – no pueden arriesgarse a perder lubricación en pleno ascenso.
No es extraño ver motores de 4.000 CV de potencia, entregada durante apenas unos segundos. Cuando alguno de ellos explota, o el coche rueda cuesta abajo, la muchedumbre explota de algarabía. Es una carrera de resistencia, cocinada «à la Dubai». Para muestra un botón: disfruta de este increíble vídeo con los mejores ascensos.
El del minuto 7:07 es el campeón de 2019, y es un coche de carreras en toda regla. Completó el ascenso en poco más de 5 segundos. Una locura.
Todavía puedes estrenar un Nissan Patrol Y61
He guardado lo mejor para el final, lo sé. Puedes ir a un concesionario y comprar un Nissan Patrol nuevo a estrenar. Eso sí, mientras vivas en los Emiratos Árabes Unidos. El Nissan Patrol Y61 aun se fabrica, y lo sigue haciendo con su poderoso motor de 4,8 litros bajo el capó. Puede que no sea muy moderno o refinado, pero su rendimiento todoterreno debe ser respetado y apreciado. En el acabado Safari, los neumáticos todoterreno y las pegatinas de colores son parte del equipamiento de serie.Es como si los noventa nunca se hubieran ido.
Esta reliquia viviente dejará de producirse pronto (Nissan Australia ya ha lanzado ediciones de despedida), pero tened la seguridad de que su leyenda seguirá viva en Oriente Medio… siempre que sus campos petrolíferos sigan llenos de zumo de dinosaurio.
