Aunque se encuentra lejos de las primera posiciones de la tabla de ventas de nuestro país, el modelo responsable del formato SUV que impera en el mercado europeo a día de hoy sigue siendo una de las mejores alternativas disponibles en la actualidad, y más aún desde que fuera renovado hace escasos meses. El Nissan Qashqai, y especialmente en su versión híbrida e-Power de peculiar funcionamiento, es una sólida alternativa a modelos como el Kia Sportage o el Hyundai Tucson, mucho más vendidos en estos tiempos.
Claves del Nissan Qashqai
- Con 4,43 metros de largo, es un canónico SUV del segmento C
- Sus principales rivales son el Toyota Corolla Cross, Mazda CX-5, Hyundai Tucson y Kia Sportage
- En su variante híbrida convencional el motor de gasolina no propulsa las ruedas, sólo lo hace el eléctrico
- La versión híbrida ligera más asequible parte de 25.900 euros y la convencional desde 35.050 euros
Concretamente, hasta el término del mes de septiembre, el Qashqai ha cosechado en lo que va de año un total de 13.111 matriculaciones, situándose con ello justo por delante de un auténtico peso pesado de precio más contenido del panorama español como es el Toyota Yaris Cross, que hasta la fecha ha logrado 12.836 matriculaciones. El Qashqai es el décimo turismo más vendido este 2024 en España, según los datos de ANFAC, y el tercero más vendido dentro de los considerados C-SUV, sólo por detrás de los incansables Sportage y Tucson.
Nissan Qashqai
Es fácil entender por qué el Qashqai es el tercer modelo de su categoría con más éxito en España. En su versión más asequible ya tiene la etiqueta Eco de la DGT y cuenta con un maletero de 504 litros de volumen de carga, y por un precio de 25.900 euros a través de Qué Coche Me Compro en su versión híbrida ligera menos potente (de 140 CV), es en realidad, aproximadamente, 5.200 euros más barato que un Kia Sportage con el mismo tipo de mecánica y sólo unos 1.000 euros más caro que el Yaris Cross de acceso, al que supera por mucho en capacidad de carga (este tiene 397 litros de maletero) y potencia (el B-SUV rinde 116 CV).
Sin embargo, la versión más interesante desde el punto de vista técnico y de la eficiencia no es la híbrida ligera, sino la que Nissan denomina como E-POWER, que parte desde 35.050 euros. Por cómo se conduce y los consumos que logra, es una mecánica híbrida convencional, pero al contrario de lo que suele suceder con este tipo de mecánicas en el resto de coches híbridos del mercado, el motor de gasolina no tiene la capacidad de mandar potencia a las ruedas directamente, ya que ni siquiera existe una conexión mecánica con las mismas.
El encargado de mandar la potencia a las ruedas es, exclusivamente, el motor eléctrico, ya que el térmico de gasolina sólo ejerce la función de generador de energía, manteniendo siempre la batería en un nivel de carga óptimo o mandando directamente la potencia al propulsor eléctrico para que este mueva las ruedas delanteras.
Adentrándonos un poco más en los números que dan forma a su ficha técnica, lo más interesante está en los 197 CV que logra de manera total y en los 5,2 litros de consumo medio que logra de manera homologada, que es un litro menos que la versión híbrida ligera. Esto es gracias, en gran medida, a una batería de 2,1 kWh de capacidad, de las más grandes del mercado entre los coches híbridos convencionales.
El motor de gasolina es un 2 litros que rinde 143 CV y el eléctrico está posicionado de manera delantera y rinde los 197 CV de potencia máxima que tiene como reclamo. Esta fórmula mecánica bridan al Qashqai, siendo un híbrido, una de las mejores características de los coches eléctricos: la instantánea entrega de potencia. Con ello logra una velocidad máxima de 170 kilómetros por hora y ofrece una aceleración de 0 a 100 en 7,9 segundos.
Terminando de redondear su candidatura a la compra, el interior del Qashqai ha experimentado un gran salto en términos de diseño y tecnología en su última actualización, recortando una gran distancia con respecto a sus competidores en este apartado, aunque manteniéndose dentro de lo convencional en cuanto a distribución de mandos y ergonomía de uso, que para según qué compradores, puede ser una ventaja más que un inconveniente.