Aunque el Nissan Serena no se vende en España desde hace más de una década, este monovolumen de carrocería alta y siete plazas – más parecido a una furgoneta que al concepto tradicional de monovolumen – sigue vendiéndose en Japón y otros mercados asiáticos. En el pasado Salón de Tokyo la marca asiática presentó una versión NISMO del Serena. Lo que nos preguntamos es qué sentido tiene darle un aspecto tan agresivo a un vehículo que es incapaz de cumplir con las expectativas dinámicas que se le presuponen. Si NISMO es un icono de la deportividad, este Serena es la viva prostitución de este icono del motorsport.
NISMO es la abreviatura de Nissan Motorsport, y tras triunfar en circuitos y rallyes a lo largo de todo el mundo, esta división se encargó de aportar un extra de deportividad a unos pocos Nissan de calle. Que un Nissan Skyline GT-R estuviera tocado por la mano de NISMO implicaba estar ante un coche extremadamente especial, extremadamente eficaz y extremadamente caro. Aún existiendo experimentos controvertidos como el Nissan Juke NISMO, el consenso acerca de estas preparaciones oficiales era positivo – incluso en Diariomotor nos consideramos fans acérrimos de coches como el Nissan 370Z NISMO.
No obstante, todo cambió cuando Nissan decidió ponerle el apellido NISMO a cualquier «lavadora» con ruedas. Estoy pensando en las versiones NISMO de los Nissan Patrol o Nissan Leaf, coches absolutamente contrarios al espíritu de este preparador oficial. Coches en los que sólo la estética es modificada, con ligerísimos retoques en su tren de rodaje. ¿De verdad vamos a comparar joyas como el Nissan Skyline GT-R R34 NISMO Z-Tune con el Nissan Leaf NISMO? Es más, me parece inapropiado empeorar la resistencia a la rodadura del coche eléctrico con llantas de 17 pulgadas y neumáticos de corte deportivo.
Es lo mismo que opino del kit NISMO del Nissan Serena, un coche cuyo objetivo es transportar cómoda y eficazmente a grandes familias. Es un coche donde el paso por curva o la aceleración no son valores tan importantes como en un deportivo de altas prestaciones. Aún así, Nissan lo ha vestido con un kit de carrocería plagado de detalles en color rojo, labios aerodinámicos y mucha agresividad visual. Sus llantas son de 17 pulgadas y están envueltas en neumáticos Bridgestone Potenza Adrenalin RE003 con 205 mm de sección. Fijaos en lo fuera de lugar que están su difusor trasero y su spoiler.
En el interior, encontramos un volante con la parte inferior achatada, forrado en Alcantara y el punto superior marcado en color rojo – no sea que perdamos la referencia en el parking del centro comercial. En cuanto al tren de rodaje, Nissan ofrece una suspensión ligeramente más firme y un control de estabilidad recalibrado. También han instalado un nuevo silencioso con un sonido más agresivo, sin especificar ganancias prestacionales. El Nissan Serena tiene un motor atmosférico de gasolina de 2,0 litros y 147 CV, asociado a un cambio CVT. ¿De verdad podemos queremos aplicar deportividad a este tipo de vehículo?
Dejad que NISMO sigan siendo unas siglas especiales.
Fuente: Carscoops
En Diariomotor: