Si digo Nissan Skyline posiblemente te venga a la cabeza un precioso GT-R R34, pintado de color azul. Quizá te vengan a la mente aquellas «viciadas» que te pegabas al Gran Turismo cuando eras apenas un chaval. Aunque el Nissan GT-R es el sucesor espiritual de aquellos míticos deportivos de los años 90, los Nissan Skyline siempre han conservado versiones de cuatro puertas. De hecho, nunca han dejado de producirse, y cuando los GT-R R34 desaparecieron en 2002, los Skyline – versiones Nissan de los Infiniti G35 globales – se siguieron vendiendo en Japón. Ahora, Nissan lanza el Skyline más potente de todos los tiempos.
El coche que tenéis en pantalla bajo estas líneas es el Nissan Skyline, concretamente la versión 400R tope de gama. Una denominación que nos evoca a los impresionantes Nissan Skyline GT-R R33 preparados por Nismo, que muchos consideran el GT-R definitivo de los años noventa. Sin embargo, en esta ocasión mucho me temo que no es más que una versión potente de un Infiniti Q50 con el emblema de Nissan en su calandra frontal. Es un coche que se vende solamente en mercados asiáticos, especialmente en el japonés – donde Nissan no necesita recurrir a otra denominación para lanzar productos de posicionamiento premium.
Cómo podeis comprobar, la calandra del coche está inspirada en la del Nissan GT-R, con una marcada forma en uve y una rejilla tipo «nido de abeja». Bajo el emblema de Nissan se esconde el radar del sistema ProPILOT 2.0 de Nissan, capaz de conducir el coche por sí mismo en entornos controlados y bajo estricta supervisión – es un control de crucero adaptativo con asistente de centrado. Por lo demás es un coche de aspecto discreto y elegante, que incluso en su versión tope de gama puede pasar bastante desapercibido. Esta versión tope de gama emplea el nuevo motor biturbo V6 de Nissan.
Se trata de un motor 3.0 V6 biturbo, un VR30DETT capaz de desarrollar 400 CV de potencia y 475 Nm de par motor, constantes entre las 1.600 rpm y las 5.200 rpm. Este motor ya lo conocíamos, montado en un Infiniti Q60 – y se cree que será el que anime a la próxima generación de los «Z» de Nissan. Además existe una versión de 300 CV de este mismo propulsor y versiones híbridas, pero es necesario mencionar que el Nissan Skyline de producción más potente de la historia es una berlina de cuatro puertas basada en un Infiniti. Como podéis suponer, no es el coche con el posicionamiento más radical del mundo.
Pese a ser un coche de tracción total permanente y tener un cambio automático bastante efectivo, no tiene el posicionamiento tan radical y avanzado de los Nissan Skyline GT-R de antaño. Al menos es relativamente pintón, con llantas específicas, frenos de mayor calibre y una puesta a punto más deportiva.
