Cuando un coche recibe su primer restomod, trasciende a otra esfera en el mundo de los coches clásicos o youngtimers. Si recibe un restomod significa que el coche es oficialmente un vehículo con un estatus de culto, en el que muchos aficionados están dispuestos a hacer un enorme desembolso económico. Es el caso de los fantásticos restomod de los Porsche 911 de Singer, sin ir más lejos. Ahora, es turno de uno de los grandes iconos japoneses de las últimas décadas: el revolucionario y fascinante Nissan Skyline GT-R R32.
Su restomod es una colaboración entre el atelier japonés Built by Legends y la legendaria casa de tuning MINE’S. Fundada en 1985 por Michizo Niikura, fue uno de los pioneros a nivel mundial en las reprogramaciones de la electrónica de los motores, y durante los noventa, produjeron varios Skyline absolutamente icónicos. Es más, uno de ellos apareció en el videojuego Gran Turismo. La filosofía de Michizo Niikura siempre fue buscar la máxima comunicación entre la máquina y el conductor, maximizando los mimbres dinámicos del vehículo.
El restomod en cuestión comienza con un completo desmontaje y restauración del vehículo. El chasis es chorreado, pintado, resoldado y reforzado por Kozo Yoshida – propietario de Garage Yoshida, y uno de los mejores especialistas del país en estos vehículos. Además de un chasis reforzado, este restomod recibe un motor RB26DETT de seis cilindros en línea, especialmente preparado por MINE’S. Su cilindrada es de 2,8 litros – frente a 2,6 litros de serie – y entre otras modificaciones, cuenta con el sistema de alimentación de combustible de un Nissan GT-R.
A ello se suma un escape de titanio, una admisión de titanio y la reprogramación VX-ROM de la centralita electrónica, entre muchas otras modificaciones. El resultado es una potencia de al menos 500 CV en su configuración básica, y hasta 650 CV si así lo deseamos. La puesta a punto del coche es quizá donde está la clave de este restomod. Aunque se mantiene la tracción total, MINE’S suprime el sistema HICAS de cuatro ruedas directrices, e instala unos amortiguadores Öhlins DFV con muelles Hyperco, además de actualizar profundamente el equipo de frenado.
Usando componentes Brembo, instalan discos de freno de 355 mm en el eje delantero y discos de 344 mm en el eje delantero. Las llantas son unas icónicas Rays TE037. Unas llantas ultraligeras calzadas con neumáticos Bridgestone Potenza RE-71RS en medida 255/35 R18. A mayores, se instalan paragolpes de fibra de carbono, además de un capó del mismo material. En el frontal se instala un ligero labio aerodinámico. Aunque todo el coche tenga un aspecto muy OEM, pero en verdad, es un coche con un carácter muy diferente al vehículo de partida.
El interior del Nissan Skyline GT-R R32 también ha sido sutilmente transformado, manteniendo una estética muy parecida a la de serie. El volante está forrado en Alcantara y tiene 15 mm menos de diámetro. La instrumentación analógica se ha diseñado a medida. Los asientos están tapizados a mano por el experto artesano Saito Kougyo, y se instalan nuevos pedales, nuevos pomos para el cambio y freno de mano, o molduras de cromado oscuro y fibra de carbono en el habitáculo. En conjunto, se siente mucho más especial que el interior de serie del R32.