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Un 4x4 inútil, pero que te gustaría tener con su curioso sistema para la rueda de repuesto y portaequipajes

No es un SUV deportivo, ni un SUV cupé. Un buen día, alguien en Nissan decidió que era buena idea dibujar un deportivo biplaza, ponerle un alerón para tender sábanas, meterle llantas gigantes de 3 radios, darle una generosa altura libre al suelo y ponerle el sistema de tracción total del Nissan Skyline GT-R. ¿Qué podía salir mal? ¡Descubre conmigo el Nissan Trail Runner y no pierdas detalle en las fotos de la galería!

Un todoterreno deportivo, la solución al problema que nadie tenía

Normalmente se habla de SUV cupé o deportivo y es precisamente eso, una base SUV a la que le han dado algunas de las mencionadas características. Pero en esta ocasión, Nissan lo quiso hacer al revés cuando los SUV ni siquiera estaban de moda.

Diseñaron un deportivo y después lo convirtieron en crossover aventurero. El resultado fue este coche tan macarra y poco útil que desearía poder tener (y puede que tú también). Solo obsérvalo e imagina cómo podría haber ido a toda pastilla por el Dakar, o alguna de esas rutas overland tan chulas que vemos en redes sociales. Ahora te cuento sobre su mecánica.

Antes de la moda SUV, Nissan se tiró al agua con el Nissan Trail Runner, un prototipo estrenado en el Salón del Automóvil de Tokio de 1997. ¿Qué te parece su diseño?

Nissan Trail Runner Concept: llamativo sistema para la rueda de repuesto.

Las entrañas del Nissan Trail Runner 4×4

Bajo el capó había un motor Neo VVL de cuatro cilindros turboalimentado de 1,8 litros que producía 185 CV de potencia y 196 Nm de par motor. Al menos este es el motor que obtuvo el prototipo fabricado, pero como puedes ver en las fotos de la galería, rondaba por ahí un posible turbodiésel NEO Di.

La caja de cambios era una automática Hyper CVT-M6 que usaba marchas simuladas y transmitía la potencia a las 4 ruedas con ayuda del sistema Attesa 4WD tomado del Nissan Skyline GT-R. De manera que algo de pedigrí tenía el bicho.

Las ruedas impulsadas en las 4 esquinas constaban de unas llantas 18 pulgadas muy en la línea de la época con 3 radios (me tienen enamorado). La adherencia al terreno se lograba con unos neumáticos 205/55/R18.

Motor 4 cilindros 1.8 de 185 CV y 196 Nm de par asociado a caja de cambios CVT con marchas simuladas, que transmitía el movimiento a las ruedas con el sistema 4WD tomado del Nissan Skyline GT-R

Vista anterior y lateral del Nissan Trail Runner Concept, destacando su diseño 4x4 robusto.

Interior chillón lleno de avances para ir acorde al llamativo exterior

Llama poderosamente la atención la disposición de todos los controles ubicados en una columna al alcance de la mano izquierda. Aunque no tanto como ese tono amarillo que contrasta con el oscuro exterior. Asientos deportivos, volante multifunción, navegador táctil emergente, panel de instrumentos digital y unas formas redondeadas que quedan coronadas con detalles en material estilo aluminio.

El maletero goza de más practicidad de lo que parece gracias al empleo de un enorme portón. La carga puede aumentar con el uso del alerón. Sí, has leído bien. Este se alza muy por encima de la luna trasera y, combinado con un segundo alerón en el techo, podía hacer las veces de portaequipaje. Incluso tenía unos clips ideados para asegurar tablas de snowboard o esquís. ¡Menuda locura tan genial!

Siguiendo por fuera, el parachoques delantero era corto y tenía un faldón de aluminio para proteger los bajos. El logo de Nissan se situaba entre 4 faros circulares complementados con intermitentes rectangulares.

Un interior que nadie esperaría en un coche de calle en 1997 y un alerón preparado para transportar tablas de snowboard. Soluciones que nadie había pedido a Nissan, pero que demostraron ser capaces de hacer

Puesta en escena del habitáculo con un diseño futurista y llamativos colores.

La genial idea en la zaga y un proyecto cancelado

Quizá el elemento más llamativo del exterior era el enorme y mencionado alerón. Es cierto que habría sido un coche que todos mirarían por la calle. Pero para mí, lo más curioso ha resultados ser el sistema con el que se guarda la rueda de repuesto.

El inusual diseño del paragolpes trasero permitía tener una rueda de repuesto, igual a las demás, en un cajón extraíble que quedaba integrado en la carrocería dejando asomar la huella del neumático. Las dos salida de escape reales e integradas en el paragolpes daban un toque adicional de poderío y los faros traseros rectangulares dibujaban una buena línea con el área de la matrícula.

Todas estas cosas llaman poderosamente la atención por separado y más aún en conjunto cando vemos todas las aristas del coche. No obstante, como mencionaba antes, nadie había pedido este tipo de soluciones y el coche no era práctico como un SUV, ni bueno en carretera como un auténtico deportivo. Eso le llevó a una tierra de nadie, a un segmento para el que el gran público no estaba preparado y Nissan era consciente de ello. Un loco como yo lamenta que no se haya comercializado, pero la decisión de aparcar el proyecto tuvo toda su lógica.

La forma en que se guarda la rueda de repuesto, el sistema del alerón y el resto de elementos del coche conformaban un nuevo género para el que pocos compradores habrían estado preparados. No tenía sentido invertir en crear un nicho de mercado de la nada y la marca japonesa tuvo que claudicar con el proyecto, pero seguro que aprendieron mucho para las cosas que vendrían después

Nissan Trail Runner Concept con sistema innovador para rueda de repuesto

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Martín Jemes

Amante del mundo del motor y cinéfilo, nada le gusta más que contar una gran historia. Seguir leyendo...

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