La solución para combatir contra China en materia de baterías de coches eléctricos está clara: producirlas en Europa, sin depender de gigantes chinos como BYD o CATL (además de Samsung o LG). Una empresa de Suecia parecía ser esa solución, pero en los últimos meses esta historia no ha tomado los caminos que se esperaban, llevando a un proceso de bancarrota.
Entra en bancarrota Northvolt, fabricante de baterías afincado en Suecia
La empresa sueca Northvolt se declaró en bancarrota el pasado jueves 21 de noviembre, afirmando que sólo contaban con capital para mantener sus operaciones durante una semana más. También afirman que han asegurado unos 100 millones de dólares para el proceso de bancarrota, para el cual tratarán de seguir con sus operaciones. Hablamos de unos 5,8 mil millones de dólares de deudas (Reuters).
Se trata de una empresa que había estado creciendo desde su creación en 2016 (originalmente como SGF Energy) que opera hasta en 7 países diferentes, con un total de 6.600 empleados. Entre su accionariado encontramos al Grupo Volkswagen con un 21% así como Goldman Sachs con un 19%, siendo una empresa que había recibido diez mil millones de euros en concepto de capital, deuda y financiación pública.
Entre los grandes socios que ha tenido Northvolt han estado nada menos que BMW y Scania, contando los de Baviera con ellos para el futuro de sus coches eléctricos. Precisamente de Scania había recibido recientemente 100 de los 245 millones de dólares de apoyo para el proceso de bancarrota – Scania afirmó que esos 100 millones eran para apoyar la fabricación de baterías en la planta de Skelleftea, al norte de Suecia (Reuters).
BMW, además de haber entrado en el accionariado (aunque en menor medida que Volkswagen), firmó un contrato en 2020 por valor de dos mil millones de € para unas baterías que debían empezar a producirse en 2024. Northvolt estableció más adelante una joint venture con Volvo llamada Novo, así como la joint venture Aurora para baterías de ion litio con la petrolera portuguesa Galp. Ahora bien, ninguna de estas dos joint venture, a día de hoy, han empezado a producir, como tampoco lo ha hecho la de Northvolt Drei en Alemania o Northvolt Six en Montreal, Canadá (anunciada en 2023 por un valor de 5 mil millones de dólares.
Contaban con un modelo de suministro similar al de BYD
En 2022 se anunció la creación de la planta Northvolt Fem en Suecia, unos planes que acabarían siendo cancelados este mismo 2024. BMW, viendo que Northvolt no cumpliría los plazos que necesitaba para sus planes, canceló ese contrato en junio de este año pese a que Northvolt ya tenía en funcionamiento las plantas de Northvolt Ett y Hydrovolt en Suecia y Noruega. La otra planta restante es la de Northvolt DWA en Polonia, la cual está en búsqueda de nuevos inversores.
En septiembre, Northvolt anunciaba un cambio de modelo: en vez de perseguir una cadena de suministros vertical a lo BYD (incluyendo la producción de baterías, ensamblaje de las mismas, reciclado, conversión de litio y productor de materiales activos del cátodo), se centrarían sólo en producir baterías. En los dos últimos meses, la situación ha ido a peor en todos los frentes para la empresa sueca, que se declara en bancarrota después de que lo hiciera su subsidiaria encargada de la expansión de la fábrica de Northvolt Ett.
Se trata de un hecho importante ya que contar con empresas que puedan suministrar baterías a marcas europeas y reducir la dependencia de China en esta transición al coche eléctrico es importante a la hora de competir contra ellos. No en vano, la producción en Europa contribuiría a una reducción del coste total, lo que repercutiría en unos precios más asequibles en el producto final. Este viernes su CEO Peter Carlsson ha presentado su dimisión (Automotive News Europe).
