Apunta está fecha en el calendario: 20 de mayo de 2023. A partir de ese día, los coches que hayan de pasar la ITV (Inspección Técnica de Vehículos) habrán de superar dos nuevos exámenes. Bueno, en realidad no todos: sólo aquellos que hayan sido homologados con sistema de llamada de emergencia y recopilador de datos de consumo energético. Si el tuyo tiene más de 5 años de antigüedad, te has librado.
El motivo de la introducción de estas pruebas, inéditas hasta el momento, no es otro que la actualización del Manual de Procedimiento de ITV, el cual entra en vigor el mes que viene. Se trata de la versión 7.7.0 del mismo. Pese a todo, más allá de que existe un punto más de control susceptible de fallar y, por ende, de que un automóvil sea declarado “no apto”, los conductores no tendrán que estar más tiempo en la estación ni realizar acciones adicionales durante la realización de las comprobaciones en cuestión.
eCall y OBFCM, dos dispositivos relativamente modernos e importantes
El sistema de llamada de emergencia en caso de accidente, más conocido como eCall, es un elemento obligatorio en todos los coches homologados desde 2018. Con la monitorización de gasto de carburante, también llamado OBFCM por sus siglas en inglés (On Board Fuel Consumption Monitoring) ocurre lo mismo en aquellos que recibieron el visto bueno para ser comercializados a partir de 2020. Dicho de otro modo, si tu vehículo tiene una edad superior al lustro no lleva incorporadas estas tecnologías y no has de preocuparte por esta serie de novedades al enfrentarte a la ITV.
En el primer caso, la revisión es necesaria para garantizar que tanto el procedimiento de incidencia como la puesta en contacto automática con los servicios del 112 funcionan de forma correcta, lo cual puede resultar vital si un turismo se ve afectado por un choque de tráfico grave. En el segundo, se analiza el consumo y las emisiones históricas de cada unidad con un margen de precisión del 5% y con independencia de su sistema de propulsión. Los técnicos extraen una recopilación de datos desde el puerto OBD que habitualmente se utiliza para los diagnósticos de averías. Acto seguido, los tratan y envían a la Agencia Europea de Medio Ambiente.
La UE tiene una lupa sobre tu coche. ¿Puedes negarte al test de OBFCM?
La norma del OBFCM, que permite calcular en tiempo real el consumo total de energía de un automóvil y la distancia que ha recorrido desde su puesta en circulación, ha sido impuesta por la Unión Europea con el propósito de controlar las emisiones de CO2 de los conductores de los países miembros. Sin embargo, el almacenamiento y la gestión de estos datos sólo se puede realizar con el consentimiento individual del usuario gracias a nuestra legislación nacional. Es decir, en teoría, puedes negarte a que esta prueba tenga efecto de cara a la entidad geopolítica de la que España es parte.
