Reino Unido ve en los coches eléctricos el futuro del transporte y la movilidad. Es lo que el ejecutivo de Theresa May demuestra con su plan de actuación Road to Zero, que prevé la descarbonización del transporte y el tráfico a largo plazo. Aunque aún no se ha traducido en leyes y planes concretos de actuación, es toda una declaración de intenciones. Una de sus propuestas es obligar por ley a que cada casa de nueva construcción posea un punto de recarga para coches eléctricos. Un espaldarazo a la aún insuficiente red de estaciones de recarga para coches eléctricos.
Aunque Reino Unido nos lleva años de ventaja en la implantación del coche eléctrico, el salto a la movilidad de cero emisiones no puede hacerse de golpe, ni a la ligera. Por ello, esta propuesta de ley estará acompañada de subvenciones de 400 millones de libras esterlinas a las empresas que produzcan e instalen puntos de recarga para coches eléctricos. Mediante un aumento de los puntos de recarga, se busca que el consumidor final vea en los coches eléctricos una alternativa clara a los coches movidos por combustibles fósiles.
Además de instalar puntos de recarga en toda casa de nueva construcción, se contempla la instalación de tomas de recarga en farolas. Toda nueva luminaria instalada en zonas con aparcamiento para coches tendrá una toma de corriente apta para coches eléctricos. Es una solución realmente óptima: la alimentación eléctrica ya está presente en la farola, e incluso sería sencillo equipar con salidas de corriente a las farolas existentes. Un programa de 40 millones de libras estudiará la viabilidad de sistemas de recarga inalámbrica para coches eléctricos.
Por último, Road to Zero también contempla la instalación de puntos de recarga de coches eléctricos en áreas de servicio y grandes gasolineras, obligatoria por ley. Recordemos en este momento que Reino Unido es un país que quiere prohibir la venta de coches nuevos alimentados por combustibles fósiles en 2040, dentro de apenas 22 años. A estas medidas se uniría un nuevo impuesto a los combustibles fósiles, que desincentive aún más la compra de coches tradicionales. Este ambicioso proyecto es pionero en Europa, y si es exitoso, podría verse replicado a nivel legislativo en otros países.
Fuente: Automotive News
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